La portavoz del Govern, Meritxell Budó, hizo llegar ayer una carta a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para exigir la destitución "inmediata" del jefe de la Guardia Civil en Cataluña. La misiva recoge las palabras que el general Pedro Garrido pronunció el miércoles durante la celebración de la patrona del instituto armado en Sant Andreu de la Barca (Barcelona). Tras el discurso, los mandos de los Mossos presentes abandonaron el acto, "ofendidos".

Garrido advirtió que "combatirá sin tregua ni pena" a quienes "recorran el camino a la independencia siguiendo la senda del terror" y destacó la contribución de la Guardia Civil a la "cimentación" de la sentencia del "procés" con "un trabajo de investigación objetivo, riguroso y exhaustivo".

"Su actuación, absolutamente fuera de lugar, tendrá efectos a largo plazo y socava la relación de colaboración entre ambos cuerpos", avisa Budó en su carta.

El incidente del miércoles sobrevino un día después de que Mossos, Policía y Guardia Civil se reunieran para estrechar su colaboración con vistas a las movilizaciones que se espera que comiencen en cuanto se haga pública el fallo.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, juzga "inmejorable" la relación entre los tres cuerpos y dijo no tener "constancia" de que los Mossos abandonaran el acto de la Guardia Civil.

Mientras, el president Torra denunció ante el fiscal a la secretaria de Estado de España Global, Irene Lozano, por prevaricación, calumnia y obstrucción a la justicia, por un informe difundido por el organismo que "vulnera la presunción de inocencia" de los líderes soberanistas juzgados por el Supremo.