La expresidenta madrileña Cristina Cifuentes se desmarcó ayer en la Audiencia Nacional ante el juez del "caso Púnica" de la presunta financiación irregular del PP y negó conocer la existencia de una "caja B" en el partido en la región. En su declaración, Cifuentes tomó distancia respecto a la etapa en que Esperanza Aguirre estuvo al frente de la Comunidad, período en el que los populares habrían desarrollado un sistema de financiación encubierta de sus campañas electorales a través de empresas adjudicatarias de contratos oficiales.

"No tuve ningún tipo de responsabilidad ni ningún tipo de participación referida a la administración, a la gestión económica y a la financiación del partido ni de sus campañas, absolutamente ninguna", manifestó Cifuentes a su salida de la Audiencia Nacional, tras comparecer como investigada por la supuesta financiación irregular del PP madrileño en las campañas de 2007, 2008 y 2011.