El PSOE no se expondrá a que Pedro Sánchez salga investido con los votos de Unidas Podemos sin un acuerdo previo que garantice la estabilidad de la legislatura, lo que obligaría a los socialistas a una continua pugna parlamentaria para sacar adelante cualquier iniciativa. Los equipos negociadores de ambas formaciones vuelven a reunirse hoy sin ningún cambio previo en unas posiciones inamovibles.

A falta de trece días para que concluya el plazo para disolver las Cortes, esta es la semana decisiva para resolver si habrá presidente o la legislatura concluye de forma abrupta para dar paso a la repetición electoral. El lunes de la próxima semana sería el día límite para despejar la incógnita, con los tiempos ya muy justos para que el Rey abra una nueva ronda de consultas con los partidos políticos, se convoque un pleno con 48 horas de antelación a su celebración y haya pleno de investidura, con dos sesiones separadas por un mínimo de veinticuatro horas.

El problema, sin embargo, no son los tiempos sino las posiciones. Adriana Lastra, la "número dos" de Pedro Sánchez en el partido, diagnosticaba ayer que "el maximalismo impide llegar a ningún acuerdo". Unidas Podemos insiste en que, de recuperar la posición de julio, cuando rechazaron una vicepresidencia y tres ministerios, el acuerdo entre ambas formaciones sería "cuestión de horas. Pablo Iglesias mantiene abierta esa vía y, pese a la insistencia socialista en que eso no volverá a suceder, está convencido de que, como ya ocurrió en julio, habrá, tras "rectificar" el PSOE, acuerdo "en el último momento" para un Gobierno de coalición. Así lo manifestaba en una entrevista con una televisión rusa.

La posibilidad de que en este juego de fuerza Unidas Podemos desbloquee la investidura solo para evitar una vuelta a las urnas, con las incertidumbres que ello genera, y sin que exista un acuerdo de legislatura es una opción que el PSOE rechaza. Pedro Sánchez anticipó hace ya una semana su negativa a aceptar los "votos gratis" de la formación que lidera Iglesias. Otros dirigentes lanzaron en días sucesivos advertencias en la misma línea, pero ayer Lastra, que integra el equipo negociador socialista junto a la vicepresidenta Calvo y la ministra Montero, fue todavía más rotunda. A Unidas Podemos "les hemos dicho que no vamos a ir a una investidura sin un acuerdo, y eso lo mantenemos. Queremos un acuerdo para que haya un gobierno estable y podamos enfrentarnos a los retos del país", afirmaba ayer en una entrevista en TVE.

Unidas Podemos elude descartar con rotundidad esa posibilidad. Su portavoz, Noelia Vera, evitó responder con claridad a la pregunta sobre ese posible escenario que ayer por tres veces le formularon los periodistas. Sin descartar de forma expresa esa opción, Vera asegura que su formación está dispuesta "a llegar a cualquier tipo de acuerdo con el PSOE", aunque insisten en retomar el diálogo en el punto en que quedó en julio.

Algunas voces significativas del socialismo, como la del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, abogan ahora por opciones intermedias, como un acuerdo para desbloquear la investidura que incluya el compromiso futuro de que la formación de Iglesias entrará en el Ejecutivo.

El PNV quiere acabar ya con la incertidumbre e insta a ambas fuerzas a alcanzar un pacto, que tendrá su apoyo incluso sin negociación previa, según afirma el presidente de la formación nacionalista, Andoni Ortuzar. "Si los otros votos dan para la investidura, por el PNV no va a quedar, sin tan siquiera una negociación. En ese caso, solo pediríamos respeto máximo para el autogobierno vasco y una mínima sintonía con nuestro ideario", afirmaba ayer en una entrevista en Radio Euskadi.

Segunda oportunidad

Otras formaciones apuestan ya por una vuelta a las urnas. Es el caso de Ciudadanos, para los que la repetición electoral es "una segunda oportunidad para echar a Pedro Sánchez", según manifestaba su portavoz, Lorena Roldán, tras la reunión de la dirección del partido. La formación de Rivera descarta concurrir a esa posible convocatoria en alianza electoral con el PP y defiende que irán solos a las urnas.

Pese al rechazo de Cs y de destacados representantes del partido, como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el PP mantiene su proyecto de España Suma, aunque no avanzará en su diseño hasta que no se produzca una convocatoria formal de elecciones, lo que ocurriría en menos de dos semanas.