La portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Ione Belarra, ha asegurado que su partido considera que hay margen hasta septiembre para poder negociar con el PSOE un Gobierno de coalición y, por ello, mantienen la mano tendida.

Belarra, en declaraciones en el Congreso tras la fallida investidura de Sánchez, ha recalcado que su partido siempre ha estado abierto a negociar y lo va a seguir estando, y ha advertido al candidato socialista de que no tiene ningún motivo para amenazar a los españoles con una repetición electoral.

"Es una irresponsabilidad poner eso sobre la mesa", ha añadido antes de lamentar que Sánchez no haya hecho "sus deberes" y sólo haya conseguido un apoyo más que el de los diputados socialistas (en referencia al parlamentario del PRC) a la candidatura que ha presentado.

Para la portavoz de Unidas Podemos, Sánchez sólo ha puesto excusas ante las facilidades que le ha dado su fuerza política para llegar a un acuerdo y tiene que dejar de hacerlo para que sea posible un Gobierno de coalición en septiembre.

También las confluencias catalana y gallega han coincidido en que "es un día triste", pero que la votación de este jueves "no es el final de nada", como ha señalado el representante de En Común Podem, Jaume Asens.

En su opinión, en estas últimas jornadas, "hemos asistido a un espectáculo de 'marketing' electoral, tacticismo compulsivo y política de trinchera de bajo nivel", pero no por ello ha considerado rotas las negociaciones.

"Nosotros vamos a responder con mano extendida para llegar a ese acuerdo que esperan y desean todos los votantes de los partidos de izquierdas", ha asegurado.

Por su parte, la representante de la confluencia Galicia En Común, Yolanda Díaz, ha señalado que lo ocurrido "se estudiará en las facultades de políticas", ya que la negociación ha sido "una carrera de obstáculos como nunca se ha visto".

No obstante, también se ha mostrado confiada en que "es posible salir de este atolladero y sería bueno que el PSOE no anteponga sus intereses partidarios a los del país".

Por ello, ha concluido que "mano tendida; si quieren, se puede".

El PSOE pone en duda una investidura en septiembre

Sin embargo, el PSOE ha subrayado este jueves que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchezy ha dejado en el aire si volverá a intentarlo antes del 23 de septiembre, cuando concluye el plazo que establece la Constitución para nuevos intentos de investidura.

Así ha respondido el secretario general del PSOE en el Congreso, Rafael Simancas, al ser preguntado en rueda de prensa sobre si será posible cerrar un acuerdo con Unidas Podemos en septiembre tras fracasar, por segunda vez, su candidatura a la PresidenciaPresidencia del Gobierno.

Simancas ha recordado que Sánchez era aspirante a La Moncloa "hasta hace unos minutos" y que ahora ya no lo es, y que lo que se abre es el proceso que establece el artículo 99 de la Constitución, es decir, que si en dos meses -a partir de la primera votación- ningún candidato obtiene la confianza del Congreso, el Rey disolverá las Cortes y convocará nuevas elecciones, con el refrendo de la presidenta del Congreso.

Eso sí, ya ha advertido de que en septiembre habrá "otros problemas" y que, entonces, las posibilidades de sumar más apoyos es menor. "La oportunidad de que este país tuviera un presidente socialista se acaba de malograr hace unos minutos", ha lamentado.

La ambición "desmedida" de Podemos

El dirigente socialista ha censurado que una mayoría formada por "las tres derechas", Unidas Podemos y el independentismo "más intransigente" ha arrojado al país a una situación de "bloqueo", de "traición" al interés general y "da la espalda a la voluntad democrática de los españoles".

"Los españoles no tienen el Gobierno que habían votado, el que necesitan y el que merecen por la ambición desmedida e irreal de Unidas Podemos y la irresponsabilidad de la derecha, que ha vuelto a anteponer su interés por dañar al PSOE al deber patriótico de facilitar un Gobierno para España", ha dicho.

Simancas ha centrado sus críticas sobre todo en los de Pablo Iglesias, a los que ha acusado de no haber querido "nunca" un acuerdo con el PSOE y al que ha afeado que haya frustrado por segunda vez la posibilidad de que el país tenga un Gobierno progresista "aún a riesgo de que la derecha salga beneficiada".