El presidente de Vox, Santiago Abascal, en su gran estreno en el Congreso, advirtió a Sánchez que en su partido "encontrará un obstáculo insalvable para su proyecto durante toda su legislatura". También pidió la dimisión del ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, por los incidentes durante el día del Orgullo y criticó a "las voceras del feminismo supremacista", alegando que Vox representa a "muchas mujeres y homosexuales", todos ellos contrarios a que se implante lo que define como "tenebrosa ideología totalitaria".

Abascal comenzó su discurso mostrando solidaridad con los guardias civiles heridos tras el último salto de la valla de Melilla y defendió una inmigración "legal y ordenada" y, si es preciso, hispanolatinamericana, porque es "puro sentido común" y "lo que piensan la mayoría de los españoles".

Señalando a la bancada de la izquierda, dijo que las ONG ni representan a los inmigrantes ni los salvan, y son la "colaboración necesaria con las mafias".