La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, mostró ayer sin tapujos el malestar del Ejecutivo con el Vaticano a cuenta del proceso para exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, paralizado cautelarmente por el Supremo. El Gobierno, avanzó, presentará hoy una queja formal ante la Santa Sede por una "injerencia" del nuncio en España, Renzo Fratini.

En declaraciones a los periodistas en Carmona (Sevilla), Calvo confirmó lo dicho horas antes en una entrevista radiofónica. "Ha sido una injerencia completamente impropia en asuntos de España", se quejó Calvo, agregando: "Nadie puede estar representando a otro Estado en un Estado diferente inmiscuyéndose en asuntos de esta naturaleza".

Así, criticó que el nuncio vertiera "opiniones contrarias a una ley de nuestro país", pues la exhumación de los restos de Franco supone "la ejecución de una ley del Parlamento sin votos en contra".

Franco, "resucitado"

Fratini criticó al Gobierno por haber "resucitado a Franco" con su decisión de exhumar y trasladar los restos del dictador fuera del Valle de los Caídos.

"El nuncio se saltó una ley española y eso es completamente inusual en las relaciones diplomáticas; semejante intromisión no corresponde", subrayó, indignada.

Calvo dijo que el Gobierno se propone abordar cuanto antes con la Conferencia Episcopal la fiscalidad de la Iglesia Católica, para equipararla a la de países como Francia e Italia, con el fin de que contribuyan a la "justicia social".

"Ya se lo dije al secretario de Estado del Vaticano (Pietro Parolin) y al presidente de la Conferencia Episcopal, que España quiere que la Iglesia católica tenga el mismo nivel de fiscalidad que tiene en Francia o Italia, ni más ni menos", dijo Calvo.

El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, pidió al Gobierno que "no sea tan susceptible" con las críticas del nuncio en España, y calcando lo dicho por Fratini, bromeó: "Igual de tanto darle vueltas acaban resucitándolo".

Vox rechazó la "injerencia" del nuncio apostólico en España, si bien, en el caso de la exhumación de Franco, coinciden con él en que "hay que respetar los derechos y la voluntad" de los familiares del dictador.

Denuncia

El partido de Santiago Abascal asegura que no le gustan "las injerencias extranjeras en política nacional", y de hecho recuerda que hace pocas fechas ya denunció "la terrible injerencia en la conformación de gobiernos autonómicos y municipales" por parte del presidente de la República francesa, Emmanuel Macron.

Fuentes de Vox añadieron a "Europa Press" que consideran "poco deseable la injerencia" de Fratini "sobre cuestiones como la política migratoria y la aplicación de leyes nacionales". "Hace solo unos días criticó también las leyes nacionales de Italia y Hungría", apuntan los de Abascal.