La pretensión de los socialistas que formar un Gobierno monocolor es "una obsesión absurda y fuera de época", criticó ayer Pablo Iglesias ante la falta de perspectivas de entendimiento con Pedro Sánchez. Para el líder de Podemos, es "una irresponsabilidad" la amenaza lanzada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de que no habrá un segundo intento de investidura si fracasa el de julio, lo que abriría paso a una nueva convocatoria de elecciones. El Ejecutivo suavizó ayer esa advertencia. Su portavoz, Isabel Celaá, afirmó que "tiene que quedar claro que el Gobierno no quiere ir a elecciones" y concentrará sus esfuerzos para que Sánchez sea investido como presidente en julio. "Ningún buen alumno lleva sus notas a septiembre", apuntó la ministra portavoz para dejar constancia de que el candidato socialista no busca forzar ahora una investidura fallida para ir a una "segunda vuelta" en septiembre.

El martes se conocerá la fecha del debate de investidura, sin que el aspirante socialista tenga atados sus apoyos y tampoco los movimientos que sin ser de respaldo pueden facilitar sus aspiraciones. ERC y Bildu se reunieron ayer en Barcelona con la pretensión de fijar una posición común, aunque no definieron ninguna posición. ERC muestra su disposición a abstenerse, aunque ambas fuerzas independentistas coinciden en que la postura final dependerá de la disposición que encuentren en el candidato.