El juicio por la destrucción de los ordenadores del extesorero del PP Luis Bárcenas, con el partido y tres empleados de los populares acusados, quedó ayer visto para sentencia. La Fiscalía reiteró su petición de absolución al entender que el relato de Bárcenas, quien sostuvo que en los ordenadores había información sobre la caja B del PP, ha tenido "numerosas contradicciones". Para la acusación pública, si el PP borró su propia contabilidad B, no hay delito de daños informáticos, que implica borrar archivos ajenos. Y si los archivos se referían a la caja opaca hasta 2006, el delito habría prescrito. Sin embargo, las acusaciones populares -IU, el Observatori de Drets Humans y la Asociación de Abogados Demócratas por Europa- ven "absolutamente acreditada" la "conciencia criminal" del PP y sus empleados al borrar los discos e impedir que la justicia accediera a posibles delitos fiscales y contables, así como de cohechos.