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La bronca por la fórmula para acatar la Carta Magna promete una legislatura de alto voltaje

Los socialistas catalanes Batet y Cruz, al frente del Congreso y el Senado -La sesión en la Cámara Baja acaba en ruidosa pataleta de Vox y Cs por las referencias de los diputados soberanistas a su condición de "presos políticos"

La elección de los socialistas catalanes Meritxell Batet y Manuel Cruz al frente del Congreso y el Senado, respectivamente, dio ayer inicio a la XIII Legislatura. Un nuevo periodo de sesiones que a juzgar por lo visto y oído en el último tramo del Pleno de constitución de la Cámara Baja -el acatamiento de la Carta Magna por los nuevos representantes, sobremanera por los cuatro diputados independentistas en prisión preventiva, contestado airada y ruidosamente por Vox y Cs- promete ser de alto voltaje.

Las fórmulas elegidas para acatar la Constitución por Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez -proclamándose "preso político" (el primero) y apelando a la "lealtad al mandato democrático del 1 de octubre" (los otros tres)- deparó una media hora final muy bronca, en la que los diputados de la ultraderecha y los de Cs patalearon y abuchearon para silenciar a los cuatro secesionistas cuando éstos tomaron la palabra y cumplieron el trámite (en catalán).

El líder de Cs, Albert Rivera, quiso incluso interrumpir el proceso de acatamiento y libró su primer enfrentamiento con Batet, a la que al final de la sesión acusó de "dejar las manos libres" a los secesionistas "para que humillen e insulten" a los españoles.

La nueva presidenta del Congreso -la tercera mujer que ocupa el cargo, después de su predecesora, Ana Pastor, y Luisa Fernanda Rudi, ambas del PP- toma así contacto directo con un hemiciclo cuyo clima puede alcanzar en breve nuevas cotas de aspereza, pues uno de los primeros asuntos que la nueva Mesa debe abordar es si suspende de sus funciones a Junqueras, Rull, Turull y Sànchez, que están siendo juzgados por rebelión en el Supremo.

Batet permitió tanto las diversas fórmulas empleadas por muchos diputados para acatar la ley fundamental como la sonora forma con que otros protestaron por esta práctica. Así, los de Vox juraron "por España" -con la variante "por España, por Galicia y por el Rey" usada por Tristana María Moraleja-, pero se valieron de puñetazos en las mesas y patadas en el suelo para acallar a los soberanistas.

"Por la libertad de los presos y exiliados políticos, por la república catalana" prometió el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, también prometió, pero "por la democracia, los derechos sociales y España". Nada que ver con el "nunca más un país sin su gente" que desgranó cuando comenzaba la XII Legislatura.

Las risas de la Cámara las arrancó el diputado de Unidas Podemos Juanxto López de Uralde, exdirector de Greenpeace, al prometer "por todo el planeta".

El líder de Ciudadanos pidió la palabra dos veces, pero Batet no accedió a interrumpir la sesión para tomar nota de su protesta. Lo hizo después, y Rivera aprovechó entonces para acusarla de haber permitido que se insultara "al decoro" de la Cámara al permitirse hablar de "presos políticos en una democracia". La socialista catalana no se arredró y le contestó: "No se ha mermado la esencia del acatamiento, que es el compromiso de respeto a la Constitución, esta presidencia será ejercida para que en todo momento haya respeto a la Constitución". Además, recordó a Rivera que hay jurisprudencia del Constitucional que considera respetuosas con el ordenamiento jurídico las fórmulas empleadas ayer por muchos diputados.

En su primer discurso, Batet recordó que el ejercicio de la democracia, que "siempre ha tenido algo de espectáculo", no consiste en "gritos ni faltas de respeto", sino en la "fina inteligencia" y la "brillantez oratoria". Para ella, comportamientos como los que ayer se vieron y escucharon en el Congreso "rebajan a los representantes" de los ciudadanos y "ofende a los representados".

Y prosiguió: "Todos nosotros somos el pueblo, pero ninguno de nosotros somos el pueblo", porque ningún diputado individualmente, ni cada uno de sus partidos por sí solo, "representan en exclusiva a España, ni a ninguno de sus territorios ni a la voluntad de toda la ciudadanía".

Batet salió elegida presidenta de la Cámara Baja en la segunda votación, cuando ya solo se requería mayoría simple, aunque en la primera se quedó a un escaño de la mayoría absoluta. La socialista catalana obtuvo en ambas rondas 175 apoyos, los del PSOE, Unidas Podemos, PNV, CC, Compromís y PRC.

Para las vicepresidencias fueron elegidos Gloria Elizo (Unidas Podemos), Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), Ana Pastor (PP) e Ignacio Prendes (Cs), que serán, respectivamente, los vicepresidentes primero, segundo, tercero y cuarto. Y los secretarios serán Gerardo Pisarello (Unidas Podemos), Sofía Hernanz (PSOE), Adolfo Suárez Illana (PP) y Patricia Reyes (Cs).

PSOE (3) y Unidas Podemos (2) se garantizan la mayoría en la Mesa, pero los socialistas podrán acordar también con Cs y PP.

En el Senado, Manuel Cruz fue elegido gracias a la mayoría absoluta del PSOE y los socialistas la mantendrán también en la Mesa, ya que al final no cedieron al PP un puesto para que sumara tres en represalia por su abstención en el Parlament en la frustrada designación de Miquel Iceta como senador.

Serán vicepresidentes de la Cámara Alta Cristina Narbona (PSOE) y Pío García-Escudero (PP); y secretarios Fernando Martínez (PSOE), Olivia Delgado (PSOE), Rafael Hernando (PP) e Imanol Landa (PNV).

El senador por ERC Raül Romeva acató la Constitución como "preso político".

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