Numerosas personas presenciaron ayer en la plaza principal de la localidad sevillana de Coripe la fiesta de la Quema del Judas, que tuvo como involuntario protagonista al expresidente de la Generalitat , Carles Puigdemont, cuya figura fue quemada como ejemplo de "lo negativo para la sociedad". La Generalitat anunció una querella por considerar la quema del muñeco un delito de odio. El propio Puigdemont acusó al PSOE de "participar en un acto de odio" por la quema del referido muñeco.