Ciudadanos se ha convertido en el objetivo prioritario para el PSOE en la precampaña de las elecciones generales del 28 de abril. Los socialistas tratarán de atraerse a los votantes moderados de la formación naranja tras el anuncio de Rivera de que no pactará en ningún caso con los de Pedro Sánchez. La estrategia quedó de manifiesto ayer con una carta en la que la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, reprocha al líder de Ciudadanos que conceda prioridad a "los acuerdos con fuerzas de la extrema derecha" y le pide que rectifique sus "preferencias". Rivera replicó a Narbona que no le merece "ningún respeto" un partido que "negoció con los que quieren romper España".

La decisión de la dirección de la formación naranja de cerrarse a cualquier pacto con los socialistas al margen de cuales sean los resultados el 28 de abril responde a la fuga de votos hacia el PP e incluso Vox que detectan sus encuestas internas. Ese fue el argumento principal que Rivera esgrimió para vencer la resistencia de algunos miembros de la dirección de su partido a cerrar la puerta al PSOE. Esa decisión marca la dinámica de la precampaña electoral. Cristina Narbona reprochaba ayer por carta a Rivera que haya "abandonado la sensatez por simple temor a lo que crece a su derecha" y le pide que rectifique sus "preferencias".

La presidenta del PSOE lamenta que el líder de Ciudadanos se salga de la "senda del entendimiento, la sensatez y la lealtad institucional" para defender la Constitución "a tiempo parcial", emplear "estrategias cortoplacistas" y "banalizar términos como golpismo". A la carta de Narbona siguieron a lo largo de ayer intervenciones en la misma línea de representantes del PSOE, entre ellos la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. El más explícito sobre las intenciones de los socialistas fue el ministro Ábalos al invitar a los votantes moderados de Ciudadanos a introducir la papeleta del PSOE en las urnas del 28 de abril. A los socialistas les va a tocar "asumir un espacio mayor incluso" del que le corresponde, porque ahora hay un espacio de centralidad política que carece de partido de referencia. "Por nosotros, ningún problema", afirma el titular de Fomento, quien critica que algunas iniciativas propagandísticas de la formación naranja sirvan para dar protagonismo a Puigdemont cuando "ya debe ser historia". Ciudadanos necesita al expresident de la Generalitat para "seguir tirando del cuento", sostiene Ábalos en referencia a la visita de Inés Arrimadas a Waterloo.

Como réplica, Albert Rivera respondía ayer en una entrevista radiofónica que "no le merece ningún respeto" un partido "capaz de negociar con los que quieren romper España". El líder de Ciudadanos no aclaró si el veto al PSOE es o no reversible, pero insiste en que Pedro Sánchez rompió el diálogo con el constitucionalismo "al aceptar negociar los 21 puntos del documento del president Torra". Si fuera presidente del Gobierno, advertiría al jefe de la Generalitat de que si no retiraba ese documento le enviaría un requerimiento.

Los debates

Ajeno a la refriega entre el PSOE y Ciudadanos, el Partido Popular presentaba ayer su lema de precampaña:"Garantía para España, siempre". Los populares quieren reivindicar así la experiencia de gestión durante sus años de gobierno y apelar al voto útil frente a la fragmentación del centro-derecha. El PP quiere desmarcarse del resto de los grupos y reclama un cara a cara entre Pedro Sánchez y Pablo Casado. De no celebrarse ese duelo televisivo, sería la primera vez que en la campaña no hay debate entre el presidente y el líder de la oposición, según el vicesecretario de Organización y jefe de la campaña electoral de los populares, Javier Maroto

La participación de Vox en los debates es uno de los interrogantes sobre su formato. PSOE, Podemos y Ciudadanos no impondrán vetos a ninguna otra formación. Atresmedia ofrece un encuentro "a cinco" el 23 de abril en el que participen los cuatro partidos y la ultraderecha, pese a carecer de representación parlamentaria.