El descontento social estalló ayer en Cataluña, después de seis años de proceso independentista. Bomberos, médicos de Atención Primaria y de la sanidad concertada, profesores, investigadores y estudiantes universitarios protagonizaron ayer una jornada de huelga en reivindicación de mejoras salariales y para exigir la reversión de los recortes de la crisis emprendidos en la etapa de Artur Mas como president.

Los momentos más tensos se vivieron a las puertas del Parlament, cuando decenas de bomberos intentaron irrumpir en la Cámara y un cordón de agentes de los Mossos d'Esquadra se lo impidió, lo que generó alguna que otra escaramuza que acabó con la detención de un bombero. Sus compañeros se negaron a irse hasta que fue liberado.

La jornada de hoy se presenta aún más cargada, ya que además de todos los colectivos que ayer pararon, están llamados a manifestarse también profesores y alumnos de Secundaria y Primaria, funcionarios y todos los trabajadores del sector público dependiente de la Generalitat.

Los sindicatos mayoritarios, CC OO, UGT y USOC, que no convocan las movilizaciones de hoy, preparan una huelga de todo el sector público catalán, compuesto por 250.000 trabajadores, para el próximo 12 de diciembre a fin de obligar a la Generalitat a pagarles las cantidades recortadas que les adeudan.

La tercera jornada de huelga de los médicos de primaria tuvo ayer un seguimiento del 74%, según el sindicato Metges de Catalunya (MC), y un 39 %, según el Instituto Catalán de Salud (ICS). En cambio, el seguimiento de la huelga de profesores y estudiantes en las universidades públicas fue desigual, con escasa incidencia salvo en la Autónoma de Barcelona y la Pompeu Fabra.