Pese a su insistencia en que presentará el proyecto presupuestario antes de que termine el año, el Gobierno tiene sobre la mesa la posibilidad de renunciar a presentar las cuentas si carece de garantías de que saldrán adelante por no disponer de los apoyos parlamentarios necesarios. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celáa, reconoció ayer esa posibilidad cuando, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, apuntó que el Ejecutivo "tomará una decisión" respecto al presupuesto para 2019 conforme al "resultado" del proceso negociador. Celáa insistió en que "hay tiempo" para negociar, "nos seguimos moviendo en el plan A" y el Ejecutivo tiene "la determinación de seguir la legislatura".