Las disputas en tono airado y con términos gruesos se están haciendo tan habituales en el Parlament que su presidente , Roger Torrent, instó ayer a los diputados a "no degradar" la cámara, ante los reiterados encontronazos entre diputados soberanistas y constitucionalistas registrados durante el último pleno, que llegan al cruce de insultos. Uno de los primeros rifirrafes tuvo lugar el miércoles, en la sesión de control al Govern, cuando el presidente de la Generalitat, Quim Torra, chocó con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, al que llamó "cínico". El encontronazo fue seguido de protestas formales al presidente de la Cámara por parte de JxCat y del PSC.

El portavoz del grupo de Puigdemont, Albert Batet, envió ayer a Torrent otro escrito en el que denuncia que la diputada de Ciudadanos Sonia Sierra llamó "supremacista" a la consellera de Cultura, Laura Borràs, por lo que reclama al presidente que "llame al orden" a quien viole las reglas parlamentarias. Eso fue lo que hizo con el diputado de ERC Ruben Wagensberg después de que se refiriera al "grupo fascista de Cs".