Unos 4.500 agentes de los Mossos d'Esquadra, según la Guardia Urbana, se manifestaron ayer por el centro de Barcelona para denunciar las deficiencias del dispositivo policial del pasado 1 de octubre y exigir al Govern que condene las conductas violentas de ese día de una parte de los manifestantes, vinculados a la CUP. Los participantes en la manifestación, convocada por el sindicato de funcionarios CSIF y el colectivo MosSOS, lucían camisetas negras y algunos de ellos portaban un ataúd con reivindicaciones laborales escritas en él. Un portavoz de los manifestantes criticó que no todos los agentes contaran ese día con los elementos de seguridad necesarios.