El escándalo por el máster, supuestamente fraudulento, del nuevo presidente del PP, Pablo Casado, ha resucitado un tuit publicado por los populares de Madrid en abril, cuando la aún presidenta autonómica, Cristina Cifuentes, estaba a punto de caer, víctima también de otro máster sospechoso.

En aquel mensaje, el PP se indignaba por el encarnizamiento desplegado contra Cifuentes por la oposición y algunos medios de comunicación. Su caso, opinaban, está lejos de ser único. Como prueba daban una nutrida lista de políticos del PSOE, Podemos y Ciudadanos víctimas de una enfermiza obsesión por engordar el currículum.

Algunos de ellos tienen una tibia relevancia política. Es el caso del diputado de Ciudadanos Toni Cantó, quien cuando lo era de UPyD se proclamaba pedagogo, sin tener el título pertinente. Había dado clases de teatro.

Mayor peso político tiene Íñigo Errejón, de quien, en los primeros compases de la andadura de Podemos, se denunció que gozaba de una beca de la Universidad de Málaga (1.800 euros mensuales) para hacer un trabajo sobre vivienda que exigía una presencia sobre el terreno de 40 horas a la semana. No iba por allí y perdió la beca.

Saltando a pesos pesados actuales, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, incluía en su historial un máster en Gestión hospitalaria cuando era consejera de Salud de la Junta de Andalucía. Sin embargo, el máster era un simple diploma.

Su compañera de Sanidad, Carmen Montón, tiene un máster en Estudios de Género que aún nadie le ha afeado pero que carga con un pecado original: haber sido gestionado por el mismo Instituto que otorgó los de Casado y Cifuentes.

Y ya en la cima de la tabla, el presidente Sánchez. Su tesis, al parecer, sí existe y puede consultarse, con permiso del autor, en la Universidad Camilo José Cela, aunque, según expertos en Economía, su calidad es "ínfima". Por otra parte, Sánchez no es máster en Liderazgo Público, sino que tiene un simple diploma, el mismo que Casado. Tampoco fue jefe de gabinete del Alto Representante de la ONU en la guerra de Kosovo, sino simple miembro del equipo. Y su licenciatura en Económicas la extiende la Complutense, pero a través de uno de sus centros asociados en los que la nota de corte era más baja.