Pedro Sánchez anunció ayer que su decisión de exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos es "firme" y que se materializará en "muy breve espacio de tiempo". La operación solo está pendiente de "dar los últimos retoques al instrumento que lo hará posible". Para Sánchez, las "heridas" del franquismo han estado "demasiado tiempo abiertas", por lo que, a su juicio, ha "llegado el momento de cerrarlas". La democracia española debe tener símbolos que "unan" a sus ciudadanos, "no que los separen".

La familia del dictador, sin embargo, ha comunicado a la Abadía del Valle de los Caídos que se opone a la exhumación. Los siete nietos de Franco ya han hecho llegar por conducto notarial al abad su expreso rechazo a la exhumación de los restos de su abuelo, en un escrito en el que también avisan de su negativa a hacerse cargo de ellos.

Entre tanto, la construcción de un columbario "abriría en un futuro una posible vía de solución" al enterramiento del general Queipo de Llano en la basílica de la Macarena de Sevilla, según la Hermandad.