Pedro Sánchez buscará un acercamiento con la Generalitat antes del verano. No en vano el de Cataluña será hoy uno de los asuntos que abordará el primer "Consejo de Ministras y Ministros", según la fórmula acuñada sobre la marcha por la vicepresidenta, Carmen Calvo, al prometer ayer el cargo.

La portavoz del Govern, Elsa Artadi, recibió bien la disposición del Gobierno. "Perfecto, haremos las reuniones que sean necesarias" para preparar un encuentro entre Sánchez y Torra que debería ser "mañana mismo", urgió.

Sobre la composición del Ejecutivo, Artadi no se privó de juzgar "inquietantes" algunos nombramientos; sobremanera, los de Fernando Grande-Marlaska en Interior y Josep Borrell en Asuntos Exteriores.

No así el de Meritxell Batet al frente de Administraciones Territoriales, a la que el Govern considera en principio "más sensible" a las demandas catalanas. O el de José Luis Ábalos en Fomento, que, al ser valenciano, dijo Artadi, "debe entender que el Mediterráneo no pasa por Madrid".

Con todo, y ya que las fuentes de Moncloa que ayer filtraron la intención de Sánchez de hablar antes del verano no precisaron si será Madrid quien dé el primer paso, o esperará a que Barcelona mueva pieza, Artadi puntualizó: "La pelota está en su tejado. Nosotros hemos hecho el trabajo", aludiendo a los votos independentistas que Sánchez recibió para derrocar a Mariano Rajoy.

Las fuentes gubernamentales dejaron claro que el abordaje del asunto catalán en la primera reunión, hoy, del nuevo Ejecutivo prueba que, para Sánchez, se trata de una prioridad absoluta; de hecho, será el propio presidente el que, junto con Batet, dirija la estrategia.

La ministra catalana tomó ayer posesión del cargo avanzando que su meta es "recuperar la palabra" con todas las comunidades autónomas, pero, sobre todo, con Cataluña. Y con el lema "escuchar, dialogar y consensuar".

Batet, que reconoció su "vértigo" al asumir la cartera, no ve el Estado como "yuxtaposición o amontonamiento" de personas y territorios, sino como un "tesoro" de diversidad que hay que "defender por encima de todo".

Pero también reservó palabras para reprender a los soberanistas, a quienes llamó a "revertir un camino que nos ha llevado a un callejón sin salida".

El otro ministro catalán del gabinete, el de Exteriores, Josep Borrell, no pudo evitar hacer una referencia a Cataluña, donde el Estado encara el "mayor problema a que se puede enfrentar un país: la integridad territorial".

Borrell concitó ayer las críticas de los independentistas catalanes. El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, juzgó que su nombramiento es una "provocación" que no va "en la línea del entendimiento". Y una "frivolidad" el de Màxim Huerta para Cultura, al que achacó recientes tuits irrespetuosos y "maleducados".

Entre tanto, el Govern acordó ayer, en su primera reunión, personarse ante el Tribunal Constitucional (TC) contra la aplicación del artículo 155 y presentar alegaciones en defensa de 12 leyes catalanas suspendidas.

Torra abre hoy una ronda de contactos con los grupos parlamentarios catalanes en el Palau de la Generalitat, a la que no acudirá, sin embargo, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, pese a que era la primera invitada.