El socialismo gallego se queda fuera de las carteras con más peso en el nuevo Gobierno del socialista Pedro Sánchez, que dará a conocer hoy los integrantes de su gabinete, aunque ya se ha filtrado gran parte de su alineación para suceder el Ejecutivo del popular Mariano Rajoy. La coruñesa Nadia Calviño es la única nacida en esta autonomía con cartera asegurada, si bien su vida y trayectoria siempre han estado lejos de Galicia y sus vínculos con los socialistas gallegos son nulos.

Calviño asumirá el Ministerio de Economía, ajustado al perfil de esta funcionaria que desde 2014 era directora general de Presupuestos de la Comisión Europea, el cargo de mayor rango en la escala del funcionariado comunitario y una pieza clave para cuadrar los números de una UE en una crisis.

El mensaje externo es claro. La UE sabe que el Ejecutivo de Sánchez no prevé una estrategia de confrontación como parece querer llevar a cabo Italia -Calviño fue alabada ayer por la Comisión y por Ana Botín, presidenta del Banco Santander-, aunque debe cuadrar el déficit en el 3% este año. El mensaje hacia el socialismo gallego también es diáfano: Galicia queda relegada del núcleo duro, a pesar de que aquí obtuvo uno de los mejores resultados en las primarias que le permitieron recuperar la Secretaría General. Cataluña, Valencia o Andalucía sí tendrán presencia fuerte.

El peso el PSdeG queda a expensas de conocerse hoy la composición definitiva del Gobierno y todas las miradas se centran Pilar Cancela. La expresidenta de la gestora del PSdeG formaba parte del Ejecutivo en la sombra que Sánchez anunció antes de las elecciones generales de 2016. Sin ella, Galicia estará en el Consejo de Ministros nominalmente, pero el socialismo gallego no.

El caso de la futura ministra de Economía remite al de Elena Salgado durante el zapaterismo por su nulo vínculo con la autonomía desde Bruselas, si bien la primera también ocupó un puesto en Competencia en la etapa de Rodríguez Zapatero.

Pese a su nulo vínculo con la política gallega, Calviño reivindicó sus orígenes en una entrevista en la TVG. "Me siento muy orgullosa de ser mujer, gallega, de A Coruña, española, europea... En realidad cuando uno pasa tiempo aquí el origen es menos importante, pero yo ejerzo de gallega", se definió.

De no ceder otra cartera ministerial a algún gallego, Sánchez dejaría así a uno de sus principales defensores en la guerra interna del PSOE de la que salió vencedor, el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, sin cuota en el Consejo de Ministros. Por si acaso, este último ya adelantó que Galicia tendría presencia en el primer escalón el Gobierno o en el segundo, en alusión a las Secretarías de Estado o cargos análogos que conformarán los equipos de los ministros una vez tomen posesión.

El socialismo gallego quedaría fuera del centro de decisiones en un momento de cambio de ciclo político. En 2016, el Gobierno prescindió de ministros gallegos por primera vez en 23 años, si bien el acento lo ponía el propio presidente Mariano Rajoy, aspecto en que insistieron los populares para poner en valor su peso.

Las cuotas territoriales son desdeñadas por los dirigentes políticos cuando el saldo les resulta desfavorable, pero destacadas cuando este es positivo. Galicia salió bien parada en el ministerio con mayor poder inversor durante siete años, el de Fomento, primero con el socialista José Blanco (2009-2011) y luego con la popular Ana Pastor (2011-2016), zamorana de nacimiento, pero gallega de adopción. Tras la salida de Pastor y la llegada de Íñigo de la Serna, el propio Rajoy lanzó mensajes de compromiso con la obra.

El Corredor Atlántico

El AVE gallego está prometido para finales de 2019 en su fase en pruebas y entraría en pleno funcionamiento hasta 2020, aunque los últimos siete kilómetros de acceso a Ourense no estarían completados y se realizarían por el trazado viejo.

Además, Galicia está pendiente de que Bruselas la incluya finalmente en el Corredor Atlántico para conectar los puertos gallegos con las líneas ferroviarias que salen hacia el mercado europeo, ganando competitividad frente al gran competidor interno en el Mediterráneo.

Pues esas tareas serán gestionadas ahora por el valenciano José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez.