La fecha de las elecciones que el PSOE se ha comprometido a convocar si gana la moción de censura puede ser clave para decidir el voto de los partidos en el debate que empieza mañana en el Congreso. El secretario general socialista, Pedro Sánchez, se abrió ayer a "consensuar" la convocatoria electoral con el resto de los grupos parlamentarios, pero sólo si antes sale vencedor del envite y puede gobernar -no ha dicho cuánto tiempo- para "estabilizar y normalizar la vida política". Así se lo comunicó ayer a los 84 diputados de su partido en una reunión en la Cámara baja.
No es lo que quiere Ciudadanos, que desea que los comicios se celebren inmediatamente, y que ya ha anunciado que votará en contra de derribar a Mariano Rajoy si Sánchez mantiene la moción en los actuales términos.
Sin el apoyo de Cs, la moción de censura del PSOE sólo podría salir adelante con el respaldo de Unidos Podemos (67) y Compromís (4), que ya tiene asegurados, a los que habría que sumar los de los dos partidos independentistas catalanes, ERC (9) y PDeCAT (8), y el del PNV (5), que, todo lo contrario que Cs, quiere retrasar lo más posible la cita con las urnas precisamente para que los de Albert Rivera no aprovechen su momento álgido en los sondeos.
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En este contexto, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, anunció ayer que si Sánchez sale derrotado el viernes, Unidos Podemos, con 67 escaños, promoverá una nueva moción de censura, que ya quedaría para el siguiente periodo de sesiones, de septiembre y diciembre próximos, a fin de que haya elecciones generales "lo antes posible".
Esta segunda moción la presentaría Unidos Podemos en solitario. Iglesias descartó prestar a Cs los tres diputados que necesitaría para impulsar una propia (hasta llegar a 35, el 10% de los asientos del Congreso), pero reconoció implícitamente que negociaría con Ciudadanos para "lograr que la palabra la tengan los españoles". "Estaríamos dispuestos a hablar con todo el mundo", aclaró.
El movimiento de Iglesias puede ayudar al PNV a decidirse a apoyar la moción socialista, puesto que sólo el PSOE le garantiza, al menos en principio, que las elecciones no serían inmediatamente, mientras que una moción presentada por Podemos, que Ciudadanos respaldara porque le garantiza elecciones ya este otoño, iría en contra de sus deseos.
El líder de Podemos, además, no se privó de recordar que dio apoyo incondicional a la moción de Sánchez porque su primera opción, tras derribar a Rajoy, "es un gobierno progresista con el máximo respaldo parlamentario posible". Y no ocultó tampoco que le parece "irresponsable" gobernar, como el líder del PSOE pretende, con el apoyo de 84 diputados. Entre otras cosas, porque la mayoría que PP y Cs tienen en la Mesa del Congreso estaría en condiciones de bloquear todas sus iniciativas.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, mantuvo ayer idéntica postura a la de la víspera: sigue viendo muchas "incógnitas" en la moción del PSOE, así que "habrá que aclarar para qué se pretende la moción, con qué horizonte temporal, cómo va a mantenerse en el poder si saliera adelante, de qué cambios habla o con qué mayorías piensa contar".
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, dijo que el Ejecutivo que forman PNV y PSE-EE carece de una "postura firme y oficial" sobre la moción de censura, ya que sus posiciones son "no coincidentes".
