El vigués Miguel Díaz trabaja desde hace dos años en una consultoría en Barcelona y vive en el barrio de L´eixample. La jornada del 1-O le ha afectado de lleno en su labor profesional: "A nosotros desde el trabajo nos mandaron traer los ordenadores a casa por si mañana o pasado se viven situaciones complicadas". "Se habló de una posible huelga general o incluso de los transportes", asegura Díaz.

El joven vigués está siguiendo a pie de calle la jornada y relata lo que está viendo esta mañana: "Los colegios están llenos de gente, pero mucha después de votar se ha quedado en él para que dé sensación de tumulto". "Vamos a quedar un grupo de gallegos ahora al mediodía para seguir al minuto el referéndum. La verdad sí que estamos un poco nerviosos, a ver que pasa mañana", concluye Miguel Díaz.