El refuerzo policial anunciado por la Delegación del Gobierno se suma al dispositivo ya desplegado en verano en Galicia para reforzar la seguridad en todo el territorio y sobre todo en las zonas de mayor afluencia turística en un contexto donde la alerta terrorista se sitúa en nivel 4, es decir "muy alto". Subir al nivel cinco significaría desplegar al Ejército en las calles.

Desde el pasado mes de julio se reforzó la presencia policial con 252 nuevos agentes, 170 de la Guardia Civil y 82 para la Policía Nacional.

Policías uniformados, armados y protegidos con chalecos antibalas recorren durante el verano las calles de las principales ciudades de Galicia, sobre todo en zonas de gran afluencia turística o lugares donde se celebran acontemientos culturales o conciertos. A estos se suman otros agentes que trabajan de paisano.

Se ha reforzado el control en estaciones de trenes, autobuses, puertos y aeropuertos. También hay más vigilancia en las carreteras, empresas de transporte y centros logísticos intermodales.

Además para evitar atentados como el ocurrido estos días en Barcelona o los registrados con anterioridad en otras capitales europeas donde los terroristas se han valido de un vehículo para atropellar a ciudadanos, han sido varios los municipios que han instalado barreras de hormigón y arena en zonas peatonales y paseos marítimos. En Santiago, durante la celebración del Apóstol el pasado 25 de julio, se prohibió durante dos días la entrada a la ciudad de camiones. Normalmente el Gobierno deja en manos de los concellos decidir si adoptan o no estas medidas.