El PP quiere un apoyo sin fisuras del PSOE para frenar "en seco" al soberanismo catalán. Los populares consideran que los socialistas, opuestos de forma inequívoca al referéndum de octubre pero críticos con la posición de Rajoy de fiarlo todo al cumplimiento de la ley sin buscar una vía de negociación, dejan solo al Gobierno en una confrontación que se hace más intensa a medida que se acerca la fecha anunciada para la consulta.

El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Teodoro García, acusó ayer al PSOE de haber abandonado al Ejecutivo a su suerte frente a los independentistas catalanes. La evidencia de ello serían las manifestaciones de la presidenta de los socialistas, Cristina Narbona, quien considera posible que el 1 de octubre llegue a celebrarse una consulta que sería nula por su carencia total de garantías legales. García considera que desde el momento en que se asume y se ve "incluso normal que se puedan cometer ilegalidades", el Estado empieza a ser más débil. Por ello, el portavoz parlamentario del PP insta a los socialistas a apoyar sin fisuras la estrategia de Mariano Rajoy para frenar "en seco" al soberanismo y no darle oxígeno.

En una entrevista radiofónica, García sostiene que "la nueva ejecutiva de Pedro Sánchez está dando la razón a quienes decían que era una muleta roja de partido morado, que era un PSOE bis de Podemos". En su opinión, los socialistas están haciendo un "flaco favor" a la moderación que se necesita frente a las aspiraciones secesionistas. El objetivo de Sánchez es dejar a Rajoy a su suerte, "meterle el dedo en el ojo" y pactar "con quien sea" para acabar con los gobiernos del PP, advierte el portavoz adjunto del Congreso.

Desacuerdo soberanista

La CUP impulsará en solitario la ley de transitoriedad jurídica que debería sacar adelante junto con JxSí por considerar que debe aprobarse antes del referéndum del 1-O. El procedimiento en torno a una de las llamadas "leyes de desconexión" hace aflorar de nuevo las discrepancias en el seno del independentismo. Mientras los anticapitalistas sostienen que la ley que marcaría el paso de la legislación actual a una estrictamente catalana tiene que estar resuelta antes de la consulta, JxS considera que su tramitación ha de ser posterior. "Si hay dificultades para registrar el texto o hacer una tramitación conjunta estamos dispuestos a llevarla adelante exclusivamente como CUP", según manifestaciones de un responsable de la formación a Europa Press.

La CUP considera que la ley debe aprobarse antes del referéndum para que los catalanes conozcan las consecuencias de la victoria del "sí" y para dejar constancia que el referéndum "no puede ser otro 9N".