La defensa del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González anunció ayer que volverá a pedir su puesta en libertad alegando que no existe ni riesgo de fuga, ni de destrucción de pruebas ni posibilidad de reiteración delictiva, razones por las que se encuentra en prisión preventiva desde el pasado 21 de abril.

El anuncio se produjo después de que el exmandatario madrileño compareciera en la Audiencia Nacional ante el nuevo juez instructor del caso Lezo, Manuel García Castellón.

En una declaración de dos horas, un físicamente "desmejorado" González defendió de nuevo su inocencia ante el magistrado. Y también conoció las razones por las que había ingresado en prisión preventiva, ya que cuando lo hizo, ni a él ni a su letrado se les comunicaron dichas razones al estar toda la causa bajo secreto de sumario, explicó.

Tras el levantamiento parcial de ese secreto, González quiso explicar su papel en las operaciones irregulares de las que se le acusa, principalmente las relacionadas con el Canal de Isabel II, entre ellas la compra de la brasileña Emissao con un sobreprecio de 20 millones de euros de capital público de la comunidad.

La defensa del expresidente autonómico considera "un castigo injustificado" la prisión preventiva decretada por el anterior juez instructor, Eloy Velasco, y pedirá su puesta en libertad con medidas cautelares.

González pidió declarar a petición propia después de que la semana pasada lo hiciera Edmundo Rodríguez Sobrino, considerado su hombre fuerte en los negocios del Canal de Isabel II en Latinoamérica.

Antes de su comparecencia ante el juez de la Audiencia Nacional, la actual presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Cristina Cifuentes, aseguró que no albergaba "ningún temor" a que el expresidente autonómico tirara de la manta en su declaración ante el juez.