La muerte repentina de la exministra Carme Chacón unió ayer en el dolor a los socialistas y abrió una tregua en la batalla interna del partido. La sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz, donde se instaló la capilla ardiente de Chacón, fue un desfile continuo de caras de la política y las instituciones, marcadas por la pérdida inesperada, a los 46 años y a consecuencia de una cardiopatía congénita, de una mujer que se convirtió en un icono de las aspiraciones femeninas, como ayer coincidían muchos de quienes acudieron a despedirla.

"Todos los socialistas lloramos juntos". La frase de Patxi López, aspirante a liderar el partido, sintetizaba la unión emocional que ayer dominaba en el mismo escenario en el que el PSOE libró su más cruenta batalla reciente. En torno al féretro de Carme Chacón, coronado con una foto en la que la exministra besa a su hijo cuando era un bebé, coincidieron los tres candidatos a la secretaría general. Una llorosa Susana Díaz tuvo que recomponer el gesto para hablar de quien, dijo, fue sobre todo su amiga, "una grandísima persona a la que tenía en cada momento de necesidad". Pedro Sánchez puso a Chacón como "ejemplo de dignidad en la acción política". El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los primeros en llegar a la capilla ardiente, recordó a la que fuera "una gran amiga, una leal compañera y ejemplar servidora pública" con la frase "Capitán, mande firmes", pronunciada por vez primera por una ministra en lo que "ya es historia de nuestro país". El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, quiso evocar a una Chacón a la que "no olvidará" con dos imágenes, la primera pasando revista a las tropas cuando estaba embarazada y la segunda en la defensa, sin éxito, de su candidatura a la secretaría general, dos momentos en los que queda constancia de la mujer "valiente y con coraje" que fue.

Junto a políticos en activo de todos los partidos y representantes institucionales, a la sede de Ferraz acudieron ayer a despedir a Carme Chacón muchos de los que fueron sus compañeros de gabinete, como Juan Fernando López Aguilar, Valeriano Gómez, Elena Salgado, Miguel Ángel Moratinos, Beatriz Corredor, Cristina Garmendia y Trinidad Jiménez, que no podía contener las lágrimas.

La exministra será incinerada hoy en Madrid en una ceremonia íntima. Sus padres y su única hermana, llegados de Barcelona, velaban el cadáver junto a su exmarido Miguel Barroso, el padre de su hijo Miquel. Por expreso deseo de su familia, sus cenizas serán trasladadas a Esplugues de Llobregat (Barcelona), su localidad natal. En el salón de plenos del Ayuntamiento, del que Chacón fue concejala como primer paso de su vertiginosas carrera institucional, quedarán expuestas las cenizas para que sus vecinos se puedan despedir de ella.

El PSC, en cuya sede de Barcelona se abrió un libro de condolencias, proyecta un homenaje a quien fuera una de sus más significadas personalidades, varias veces cabeza de lista al Congreso, un acto al que están invitados José Luis Rodríguez Zapatero y Javier Fernández.