Felipe VI defendió en Barcelona como una "exigencia ineludible" la colaboración "leal y generosa" entre las diversas instituciones y administraciones del Estado. El pronunciamiento del monarca fue "absolutamente oportuno", según el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien mostró su confianza en que el Gobierno central "tome buena nota" del llamamiento real.

La que concluyó ayer era la primera visita del Rey a Cataluña en tres meses y coincide con uno de los momentos de mayor tensión y efervescencia del proceso soberanista y el mismo día en que el diputado de PdeCat Francesc Homs se sentaba ante Tribunal Supremo como acusado de desobediencia por la consulta independentista de 2014. Felipe VI coincidió en tres ocasiones con Puigdemont, la primera de ellas en la cena previa al congreso mundial de móviles, la segunda en la inauguración certamen y la tercera en los actos de celebración del centenario del despacho de abogados Cuatrecasas.

En su primer discurso, Felipe VI puso Mobile World Congress (MWC) como ejemplo de "una intensa tarea de cooperación y coordinación" entre administraciones, algo que constituye "una exigencia ineludible". "Estoy convencido de que tanto la vicepresidenta (Soraya Sáenz de Santamaría) como el ministro (de Energía) tomaron buena nota del sabio consejo" del monarca, afirmaba ayer Puigdemont. El presidente de la Generalitat asegura que echa en falta un compromiso de colaboración institucional por parte del Gobierno en "tantos y tantos ámbitos", como la salud, la inmigración, las infraestructuras o los refugiados.

Una protesta estudiantil contra las tasas universitarias, con cortes de tráfico por la quema de neumáticos, causó problemas en el acceso al congreso de móviles.