Arias Cañete asegura que nunca tuvo constancia de irregularidades de Acuamed

El comisario de Energía y Cambio Climático de la UE, Miguel Arias Cañete, asegura que durante su etapa como ministro de Agricultura nunca tuvo constancia de irregularidades en la empresa Acuamed. La Audiencia Nacional investiga a Acuamed por un supuesto fraude, en el que supuestamente se habrían desviado más de 20 millones de euros, una parte de ellos fondos europeos. La empresa depende del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente.

En la apertura del curso de verano "¿Qué hemos aprendido de la crisis?", en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, Cañete insistió en que "nunca" dio instrucciones a nadie sobre la empresa objeto de investigación y sólo en alguna ocasión solicitó a los servicios jurídicos una opinión independiente "sobre la mejor forma de proceder" porque siempre ha procurado contar con la base jurídica "más sólida".

Ante las peticiones de comparecencia en el Parlamento Europeo para aclarar sus posibles vínculos con las irregularidades de Acuamed, el exministro se mostró dispuesto a colaborar para ofrecer las explicaciones que se le pidan. "Iré a donde me llamen, con absoluta transparencia y daré las explicaciones que sean necesarias", afirmó.

Preguntado sobre si la vinculación de su mujer con los denominados papeles de Panamá ha mermado su actividad como comisario, Cañete afirmó con rotundidad que trabaja "con absoluta normalidad" y que ha visitado recientemente 27 países en el marco de un proceso de elaboración de una normativa comunitaria. Sobre los papeles de Panamá, el exministro de Agricultura recordó que se casó en 1978 con separación de bienes y que presentan sus declaraciones fiscales de forma independiente.

El comisario asegura que a la Comisión Europea le preocupa que España cumpla los objetivos de déficit y no el signo del Ejecutivo que salga de las elecciones. "Sea cual sea el Gobierno, las reglas son las mismas", señaló para advertir que "cumplir las obligaciones con la UE no puede depender del color político del Gobierno, es una cuestión de supervivencia colectiva".