La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ayer que tras el resultado electoral el Gobierno no tiene la intención de cambiar de rumbo y que su plan es aprobar las reformas pendientes, como la fiscal, para junio, y poder "comunicar mejores cosas que en los dos primeros años" de legislatura. Enmarcó la próxima reforma fiscal con la que se tratará de "devolver a los ciudadanos el esfuerzo" que han hecho en los últimos meses para contribuir a sacar al país de la crisis.