La Audiencia Nacional dejó en libertad definitiva al etarra José María Beristain Urbieta y a la integrante del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive Josefa Rodríguez Porca, a los que se aplicó la doctrina Parot para alargar su estancia en prisión, informaron fuentes jurídicas.

La Sala de lo Penal, que ha adoptado esta decisión con el aval de la Fiscalía, ha declarado la extinción de sus responsabilidades penales de estos dos reclusos en aplicación del acuerdo adoptado el pasado día 12 de noviembre por el Tribunal Supremo, que ordenó que los tribunales sentenciadores ejecutaran la resolución del Tribunal de Estrasburgo que derogó la doctrina Parot y amparó a la etarra Inés del Río.

Beristain era colaborador del "comando Eibar' de ETA y fue condenado por participar en varios asesinatos, entre ellos el del empresario Francisco Javier Zabaleta en Elgoibar (Guipúzcoa) en junio de 1998; el de Engraciano González Macho, dueño de un pub de Zarautz (Guipúzcoa), en diciembre de ese año; y el de José Ignacio Aguirrezabalaga, empleado del bar Nikol de Zumaia (Guipúzcoa) en marzo de 1986.

Rodríguez Porca, que se encontraba en libertad condicional, fue condenada por asesinar en 1989 al guardia civil Benedicto García Ruzo y participar al año siguiente en un atentado con coche bomba que tuvo lugar en una comisaría de Ourense, entre otras actividades terroristas.

Con la puesta en libertad de estos dos nuevos terroristas se eleva a 69 el número de presos condenados por asesinato que han sido beneficiados por la Audiencia Nacional. De ellos, 61 son miembros de la organización terrorista ETA y cinco de los Grapo, a los que hay que sumar el almeriense Pompeyo Miranda, que fue condenado en Bolivia por varios asesinatos, el miembro del GAL Ismael Miquel Gutiérrez y la integrante del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive Josefa Rodríguez Porca.