El polémico blindaje del concierto vasco está sirviendo al PNV para enfrentar a los socialistas y populares de Euskadi, que lo apoyan, con sus direcciones nacionales. Las consecuencia se han dejado notar sobremanera en el Partido Popular.

El rechazo al mismo anunciado por la secretaria general, Dolores de Cospedal, ha provocado el posicionamiento público en contra de Antonio Basagoiti.

Con el blindaje del concierto económico vasco se persigue elevar a rango de ley las normas fiscales de las diputaciones vascas para impedir que sean recurridas por gobiernos regionales vecinos o por particulares ante el Tribunal Superior Vasco.

El arma de los recurrentes no es otra que la denuncia de competencia desleal por la rebaja del impuesto de sociedades para atraer empresas hacia el País Vasco en perjuicio de regiones vecinas.

Con el blindaje se pretende que sólo el Gobierno, el Congreso y el Defensor del Pueblo puedan recurrir ante el Tribunal Constitucional. Así se dejaría sin posibilidad de actuar a las regiones limítrofes y a los sindicatos.

El PNV ha instado a las direcciones nacionales del PSOE y del Partido Popular a decir sí a la reforma de la ley del Tribunal Constitucional y del poder judicial. Pero la secretaria general de los populares, Dolores de Cospedal, ya ha adelantado en unas declaraciones el rechazo de su grupo a blindar el concierto del que es defensor convencido el líder vasco, Antonio Basagoiti.

La tensión entre Basagoiti y Cospedal ha obligado a intervenir al mismísimo Mariano Rajoy después de que el líder vasco advirtiera a Génova de que si no se atienden sus planteamientos que "vengan ellos a presentarse por el País Vasco".

Desde el PSOE, José Antonio Alonso acaba de decir que no es un tema tabú. Sin embargo, los socialistas votaron la pasada legislatura en contra. Dispuesto a meter el dedo en la llaga, el PNV retó al lendakari López a encabezar el apoyo de la Cámara vasca al blindaje. Los nacionalistas han convertido este tema en la clave para negociar el apoyo a los Presupuestos.

Blindaje

El Gobierno está dispuesto a blindar el concierto vasco para que las normas tributarias vascas no puedan ser impugnadas ante los tribunales ordinarios, pero reconoce que para ello hay que superar "muchas complicaciones jurídicas".

El problema radica en que las normas tributarias vascas las aprueban las diputaciones forales y no la Cámara autonómica, como sucede en otras comunidades autónomas cuando aprueban normas fiscales en el marco de sus competencias.

El presidente riojano tildó ayer de "escandaloso" el "blindaje" y dijo que "es un desprecio más de Zapatero".