El líder del PP ha presentado la intervención de Mayor Oreja en el Club Siglo XXI, donde el candidato a las europeas ha estado arropado, además de por Rajoy, por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; la portavoz en el Congreso, Soraya Saenz de Santamaría; y otros dirigentes del partido como Ana Pastor, Cristóbal Montoro o Federico Trillo.

"Estamos enormemente orgullosos en el PP de que Mayor Oreja haya querido encabezar una vez más la lista de nuestro partido", ha asegurado Rajoy, antes de añadir que, "tal y como está el patio, si algo necesita España hoy, es personas serias que estén a lo importante, que sean previsibles y que tengan convicciones, coraje y determinación".

Todas estas cualidades, ha proseguido, las tiene Jaime Mayor Oreja, quien en su trabajo al frente de la delegación española del PP en el Parlamento europeo "se ha ganado el respeto de todos" y ha defendido "la libertad y la idea de una Europa unida, basada en los principios de igualdad de oportunidades y derechos y en la solidaridad con las personas más débiles".

Tras las palabras de ayer del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que acusó a Mayor Oreja de no ayudar en la lucha contra el terrorismo, Rajoy ha dicho que cuando estuvo al frente del Ministerio de Interior, el ahora candidato del PP a las elecciones europeas puso en marcha una política antiterrorista que él mantuvo "en su integridad" cuando le sustituyó en el cargo.

En aquellos momentos, Mayor Oreja, que fue un "extraordinario ministro del Interior", supo ser "firme" y no ceder a los cantos de sirena, ha subrayado Rajoy, quien ha afirmado que, "si no se hubiera abandonado aquella política, otro gallo nos cantaría".

Rajoy ha recordado los momentos que compartió con Mayor Oreja en el Ejecutivo de José María Aznar del que ambos formaron parte, un Gobierno, ha asegurado, "de muy grato recuerdo, al menos para mí".

El líder del PP ha recordado que Mayor Oreja tuvo su primer cargo en 1980, con 29 años, cuando ocupó un escaño en el Parlamento vasco, una responsabilidad a la que le siguieron otras como su trabajo en el País Vasco, donde ha vivido "momentos muy difíciles" y donde "siempre dio muestra de una enorme entereza".