El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló ayer que los cuatro detenidos por integrar un comando de información de ETA_tenían dos formas de trabajar: motu proprio, recopilando información sin que nadie se lo ordenara, o por encargo expreso de la dirección de la banda terrorista, que les pedía datos sobre "potenciales objetivos". Información que en ambos casos enviaban a los ordenadores de los dirigentes de ETA en Francia, concretamente al ordenador del que fuera "número uno" de la banda Javier López Peña, "Thierry". Entre estos "trabajos", Rubalcaba destacó el seguimientos a dos agentes de la Guardia Civil destinados en Guipúzcoa cuando acompañaban a sus hijos al colegio.

El ministro señaló que los detenidos, la pareja formada por Arkaitz Landaberea Torremocha y June Villarrubia Mitxelena, y la formada por Julen Etxaniz García y Saioa Urbistazu Arrieta, actuaban tanto por iniciativa propia, realizando las labores de información que consideraban oportunas y útiles para futuras acciones de ETA que "pasaban a los ordenadores de quienes mandan en ETA en Francia, o quienes mandaban porque algunos están en prisión" y también "recibían encargos de parte de la dirección de la banda".

"Por tanto se trata de una estructura importante", señaló Rubalcaba, que espera que la documentación incautada y las declaraciones que puedan hacer los etarras ante el juez permitan saber cuántas "cosas de estas" más hizo este comando.

En el ordenador portátil de "Thierry" se hallaron además datos sobre varios agentes de la Ertzaintza y un policía nacional que trabaja en Vizcaya. Estos posibles objetivos se unen a otros que ya habían trascendido: dos políticos del PP en Álava, otro en Vizcaya y una cuarta persona que llegó a ocupar un puesto en una lista del PP en Guipúzcoa.

El ordenador estaba protegido con el programa PGC que impedía a los agentes franceses acceder a su contenido. Han tenido que pasar casi siete meses para que los expertos antiterroristas pudieran abrir los archivos.