Las cuatro explosiones registradas ayer en Cantabria, en las localidades turísticas de Laredo y Noja, provocaron la condena unánime de las fuerzas políticas democráticas, que criticaron frontalmente estas nuevas acciones de ETA. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostró su repulsa por las últimas acciones terroristas y recordó a los violentos que "la mejor forma de asegurarse una larga estancia en la cárcel es ingresar en ETA".

Aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no realizó ninguna declaración, sí lo hizo la persona con quien fuentes de La Moncloa dijeron que estuvo en contacto permanente todo el día. El ministro de Interior habló en nombre del Ejecutivo para condenar el suceso. Rubalcaba incidió en que "la mejor forma de asegurarse una larga estancia en la cárcel es ingresar en ETA y, actualmente, con una particularidad, que cada vez pasa un periodo de tiempo menor desde que se ingresa en la banda terrorista hasta que se llega a la cárcel".

Desde el País Vasco las condenas llegaron de forma masiva, comenzando por el Gobierno autonómico, que en un comunicado lamentó cuatro bombas que "han vuelto a perturbar la convivencia en la sociedad" y manifestó la solidaridad con sus vecinos cántabros. "La sociedad vasca no va a permitir que ETA decida el futuro político de este país, porque nos corresponde única y exclusivamente a nosotros, al conjunto de personas que vivimos y trabajamos en Euskadi, pensemos como pensemos y votemos a quien votemos, decidir democráticamente cómo queremos ser", agregó la nota.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo mostró su "absoluta repulsa" por los atentados y criticó "la facilidad" con la que los etarras "pueden fabricar sus artefactos en el País Vasco, desplazarse, colocarlos y huir sin ser detectados".