La izquierda abertzale inscribió ayer en el Ministerio del Interior su primera marca para intentar estar presente en las elecciones del próximo mes de mayo. La dirigente independentista Marije Fullaondo presentó una solicitud de inscripción para un partido llamado Abertzalen Sozialista Batasuna (ASB). Interior ve vínculos directos evidentes entre esta formación inscrita y los partidos ilegalizados, y ya ha remitido la solicitud de Fullaondo al ministerio fiscal para que la analice, basándose en las competencias que le concede la Ley de Partidos. Además, pedirá un informe a la Abogacía del Estado. Interior cuenta con un plazo de 20 días para decidir.

La dirigente abertzale Marije Fullaondo, que fue "número uno" de una lista afín a Batasuna en las pasadas elecciones europeas que fue ilegalizada por el Supremo, presentó su solicitud de inscripción poco antes de las 14.00 horas del martes -un día antes de que concluya el plazo para presentar una formación política que aspire a participar en las próximas elecciones de mayo- y según una información publicada por el diario Gara, en sus estatutos, el nuevo partido apuesta por utilizar "exclusivamente las vías políticas democráticas" con el fin de conseguir los objetivos históricos de la izquierda abertzale: la independencia y el socialismo.

Ésta sería la vía con la que previsiblemente Batasuna pretendería concurrir a las elecciones del 27 de mayo, cuyo programa podría presentar en el acto que está previsto para el próximo sábado en el Bilbao Exhibition Center (BEC), en Barakaldo (Vizcaya).

De acuerdo con la Ley de Partidos, en el caso de que el Ministerio del Interior observe "indicios racionales en relación con la ilicitud penal del partido", lo deberá poner en conocimiento de la Fiscalía en ese periodo de veinte días, algo que hizo ayer mismo el Departamento de Alfredo Pérez Rubalcaba. La ley prevé que a esa comunicación se adjuntará "una resolución fundada que irá acompañada de los elementos probatorios disponibles para apreciar dichos indicios".

Si la Fiscalía considerase suficientes estos indicios, emprenderá las acciones penales correspondientes, en cuyo caso el partido puede recurrir la decisión por la vía contencioso-administrativa. Si no observa ninguna irregularidad, devolverá la comunicación al Ministerio del Interior para que se complete la inscripción.

Respecto a la denominación del partido (Abertzale Sozialisten Batasuna), el artículo 3 de la ley señala que el nombre con el que se inscriba la nueva formación no podrá "coincidir, asemejarse o identificarse aun fonéticamente con la de ningún otro partido previamente inscrito en el registro o declarado ilegal, disuelto o suspendido por decisión judicial".

Asimismo, la ley establece que un partido será ilegalizado si "fomenta, propicia o legitima la violencia como método para la consecución de objetivos políticos", así como si "da cobertura a las acciones de desorden, intimidación o coacción social vinculadas al terrorismo o la violencia".

Según el texto de la ley, cuando la actividad del partido vulnere "de forma reiterada y grave los principios democráticos o persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático", deberá procederse a su disolución o suspensión judicial.

En un comunicado, Interior afirma que "la denominación utilizada por la organización política aparenta tener coincidencia o semejanza con la de los partidos políticos ilegalizados Batasuna y Herri Batasuna". Y añade que "las cláusulas contenidas en los estatutos no parecen implicar, según la doctrina establecida por el Tribunal Constitucional, un contraindicio suficiente para desvirtuar indicios que llevan a apreciar en la mencionada organización la posible sucesión de Batasuna".