El boicot del PP, dirigido "a todos los accionistas, anunciantes y clientes" de Prisa, mereció el reproche del presidente del Gobierno porque, a su juicio, se trata de "una medida del pasado que restringe libertades como el derecho a la información y a la libertad de expresión".

El PP anunció ayer que vetaría las "empresas controladas por Polanco" hasta que éste rectifique su afirmación de que es difícil estar de acuerdo con algunos partidos "en unos momentos en que hay quién desea volver a la guerra civil", aludiendo, entre otras acciones, a las manifestaciones que han liderado los populares.

El consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, consideró la reacción del PP como un "ataque directo a la libertad de expresión y de prensa".

Reporteros sin Fronteras (RSF) calificó hoy este veto de "procedimiento indigno de demócratas" y de "atentado a las libertades de expresión e información" y animó al PP a recurrir a la Justicia si cree que las declaraciones de Polanco, son "intolerables" y suponen una "agresión injustificada".

El Colegio profesional de periodistas de Galicia señaló que la decisión del PP es "antidemocrática" y atenta "contra el derecho que tienen todos los ciudadanos a producir y recibir información".

En la VII Convención Municipal del PSOE, Zapatero se dirigió a los 1.700 candidatos socialistas allí presentes para preguntarles ¿os imagináis qué harían (los del PP) si estuvieran en el Gobierno, qué harían con los medios públicos?"

A renglón seguido contestó a su pregunta asegurando que "algunos lo sabéis en las comunidades autónomas", y puso como ejemplo que la candidata socialista a la alcaldía de Valencia, Carmen Alborch, "lleva 112 días sin salir en Canal Nou", la televisión pública valenciana.

"Sentíos orgullos de que hoy la televisión pública sea imparcial, donde caben todas las voces y donde hay debates en los que están presentes todos los que quieren", añadió Zapatero en la VII Convención Municipal del PSOE, antes de garantizar que esto seguirá siendo así porque el PP no está en el Gobierno "ni estará después de las elecciones generales".

Desde Berlín, donde participó en una cumbre del Partido Popular Europeo, Rajoy, dijo estar "enormemente ofendido" por la "agresión" que supuso la "gravísima" crítica que hizo Polanco al PP en la junta de accionistas de Prisa, y, tras exigir una explicación por ella, esgrimió su derecho a la "legítima defensa".

El líder del PP, que hasta hoy no se había pronunciado acerca de esta decisión, anunciada ayer por medio de un comunicado, destacó que la "agresión" contra su formación política por parte del presidente de un grupo de comunicación "no la había habido jamás hasta ahora en España".

"El PP exige el mismo respeto que ha tenido con el Grupo Prisa, con su presidente y con sus accionistas, ni más ni menos", recalcó Rajoy, quien aseguró que por el momento nadie les ha dado la más mínima explicación por el hecho de que en la junta de accionistas de una empresa española se sitúe al PP "fuera del sistema".

Tras precisar que él defenderá siempre la libertad de información, aclaró que los dirigentes del PP responderán a las preguntas que les formulen los periodistas de Prisa (de hecho, tres de las cinco cuestiones que se le hicieron en la rueda de prensa fueron planteadas por representantes de medios de este grupo).

En nombre de Prisa habló desde Medellín (Colombia), su consejero delegado, Juan Luis Cebrián, quien afirmó que la reacción del PP es "un ataque directo a la libertad de expresión y de prensa" y "pone de relieve la razón que tenía Polanco cuando dijo lo que dijo".

En su opinión, Polanco expresó una idea "que piensa mucha gente, incluidos muchos votantes del PP", y recordó que en las manifestaciones convocadas por el Partido Popular periodistas del Grupo Prisa "sufren agresiones verbales por parte de manifestantes de extrema derecha".

Por su parte, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, auguró "un rápido desmarque" de los candidatos del PP de la decisión de no acudir a actos organizados por el grupo Prisa y señaló que el primero ha sido el alcalde de Valladolid, Javier León de La Riva.

Este regidor cuestionó la respuesta de su partido a las críticas de Polanco, advirtiendo, no obstante, ser "más disciplinado de lo que algunos se temen", por lo que, "si es una decisión nacional tendré que acatarla" como ocurre con "las sentencias, uno las acata, le gusten o no le gusten".

También en Berlín, desde donde habló Rajoy, el presidente del Partido Socialista Europeo (PSE), el danés Paul Nyrup Rasmussen, se mostró "horrorizado" por el veto del PP a Prisa y lo consideró "una ironía" que contrasta con "el día en que estamos celebrando el aniversario de los Tratados de Roma que tantas libertades trajo a Europa".