La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional absolvió ayer al dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi del delito de enaltecimiento del terrorismo por el que fue juzgado el pasado miércoles, por rendir homenaje en julio de 2001 a la etarra Olaia Castresana, muerta en Torrevieja (Alicante) al manipular un explosivo. La sentencia, hecha pública ayer, especifica que los hechos de los que se acusaba al líder de la formación ilegalizada encajan en el delito de enaltecimiento del terrorismo porque "la prueba de cargo existente en su contra es directa, objetiva y suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia".

No obstante, el tribunal, compuesto por los magistrados Fernando Bermúdez de la Fuente, Paloma González Pastor y Juan Francisco Martel, especifica en la resolución que la retirada de la acusación por parte de la Fiscalía de la Audiencia le impide dictar otra resolución que no sea la absolución.

Hechos probados

En los hechos probados de la sentencia, el tribunal señala que Otegi acudió el 30 de julio de 2001, junto a otros simpatizantes de la izquierda abertzale, al entierro de Castresana en el cementerio Polloe de San Sebastián, con "perfecto conocimiento de su pertenencia a la organización terrorista ETA y del motivo de su fallecimiento". Según la sentencia, Otegi pronunció un discurso ante los asistentes, en el que pidió el "aplauso más caluroso para todos los gudaris que han caído en esta larga lucha por la autodeterminación". Añadió, asimismo, que Castresana pertenecía a "una generación nacida con el Estatuto que se adhiere a la lucha armada para expresar su compromiso político".

Al respecto, el líder batasuno negó durante su declaración ante el tribunal, tras ser detenido y trasladado en avión policial hasta la sede de la Audiencia, que sus palabras hubiesen enaltecido a ETA durante el homenaje y aseguró en todo momento que se limitó a hacer un discurso político.

El tribunal relata en su sentencia la cronología de los hechos sucedidos el pasado miércoles hasta que Otegi se sentó en el banquillo de los acusados cerca de los ocho de la tarde, después de una jornada que comenzó con la noticia de que se encontraba atascado en algún punto de la carretera en la provincia de Burgos por el temporal, pasando por su detención en uno de sus domicilios en Elgoibar y su posterior traslado al tribunal, hasta la retirada de la acusación que pesaba contra él.

La Sala explica que a las diez y media, hora en la que estaba previsto el inicio de la vista, los magistrados Bermúdez de la Fuente, González Pastor y Martel constituyeron la Sala, sin que ni el fiscal Fernando Burgos ni la abogada de Otegi, Jone Goirizelaia, compareciesen ante la misma.

Transcurridos diez minutos, el fiscal y Goirizelaia hicieron acto de presencia en la sala, "ambos sin toga", comunicando la letrada que su cliente se encontraba "bloqueado" por la nieve en la provincia de Burgos. Bermúdez de la Fuente pidió entonces a la abogado que se pusiera en contacto con Otegi para que le comunicase el punto kilométrico en el que se encontraba para comprobar este contratiempo de forma oficial.

Seguidamente, Goirizelaia comunicó al presidente del tribunal que Otegi y los cinco testigos propuestos por esta parte, entre ellos los dirigentes batasunos Joseba Permach y Joseba Alvarez y el secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, habían regresado a su domicilio.

Mientras, Bermúdez de la Fuente solicitó información sobre el estado de las carreteras desde la localidad de Elgoibar hasta Madrid. La Guardia Civil informó de la inexistencia de ningún punto cerrado tanto desde Burgos a Madrid como desde el País Vasco. Tras recibir esta información, el tribunal ordenó la detención de Otegi. Finalmente, el líder de Batasuna compareció ante el tribunal a las ocho de la tarde y una hora más tarde el fiscal retiró la acusación.