La ministra Mercedes Cabrera informó hoy al Consejo de Ministros de que el objetivo de ese plan es comprobar in situ el volumen de las fugas de fuel que pudieran existir, estudiar el estado actual del casco y valorar las acciones preventivas adicionales que pudiera ser necesario acometer sobre los pecios.

La inspección se realizará entre los meses de junio y septiembre "para aprovechar la mayor probabilidad de días con buen tiempo que hay en esa época del año", una operación cuyo coste estimado, "incluyendo posibles imprevistos derivados de temporales y otras circunstancias", es de 3 millones de euros.

Además de esta actuación, un equipo científico-técnico elaborará un plan de I+D a medio y largo plazo para "trasladar a la sociedad las máximas garantías" sobre la evolución futura de las fugas actuales y mejorar las tecnologías de prevención y seguimiento para poder aplicarlas a cualquier otro vertido que pudiera darse en el futuro.

El 27 de octubre de 2004 la empresa Repsol concluyó los trabajos de extracción de los restos de fuel que permanecían en el "Prestige" que, tras su hundimiento, se había partido en dos pecios, situados entre 3.500 y 3.800 metros de profundidad en el lecho marino.

Las estimaciones obtenidas hasta ahora son que hay unas 1.500 toneladas métricas aún de fuel en los pecios del "Prestige" y que las grietas que en su día "fue imposible sellar" podrían liberar cada día "unos veinte litros".

En noviembre de 2006 el Ministerio de Educación informó de que, según trabajos realizados por el Instituto Español de Oceanografía, había manchas de fuel en la superficie cercana al hundimiento del "Prestige".

De esos trabajos y de las opiniones recabadas en otros centros de investigación especializados, añade la referencia del Consejo de Ministros, se concluye que con los medios actuales no es posible determinar en superficie el volumen de estas fugas y su posible evolución y que por ello es preciso hacer "una inspección directa" del pecio utilizando un dispositivo no tripulado.