El PPE se alza con unas elecciones que confirman el auge de la extrema derecha

Los ultras ganan en Francia y Austria y quedan segundos en Alemania y Países Bajos | Los Socialdemócratas ocuparán la segunda posición en la Eurocámara

La presidenta de la Comisión  Europea celebra la victoria del  Partido Popular Europeo.

La presidenta de la Comisión Europea celebra la victoria del Partido Popular Europeo. / AP

Silvia Martínez

El Parlamento Europeo gira a la derecha y catapulta al Partido Popular Europeo (PPE) que será de nuevo la primera fuerza de la cámara por delante de los Socialdemócratas (S&D),y a mucha distancia de los liberales de Renovar Europa, que se hunden por la debacle de formaciones como En Marche de Emmanuel Macron en Francia. Aun así, la “gran coalición” consigue resistir e intentará negociar un nuevo pacto de legislatura a partir de hoy que podría verse amenazado por el avance de los partidos ultraconservadores y de extrema derecha, primera fuerza en Francia y Austria y segunda en Alemania y Países Bajos. La participación, según el dato provisional, supera con el 51% “ligeramente” la de 2019 y es vista en la Eurocámara como “una señal positiva para la democracia europea”.

Según la agregación de datos difundida por el Parlamento Europeo, el PPE lograría 191 escaños, 15 más que en el actual hemiciclo y se consolidaría como la primera fuerza en unas elecciones en las que estaban llamados a las urnas 360 millones de europeos, 26 millones jóvenes de 16 y 17 años que en algunos casos –como en Bélgica o Alemania– votaban por primera vez. Como segunda fuerza se situaría de nuevo el grupo S&D aunque con 135 escaños, 4 menos que esta legislatura. Mantendrían, por el momento, la tercera posición, los liberales de Renovar Europa con 83 escaños, aunque con un fuerte retroceso respecto a los 102 estos últimos cinco años.

Solo el PPE gana

Además del PPE, el único de los tres partidos de la gran coalición que aumenta sus escaños, también saldrían reforzados los dos partidos situados a su derecha: los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), donde se sientan la formación Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, Vox o el partido polaco Ley y Justicia (PiS), y que se situarían en cuarto lugar con 71 escaños y la extrema derecha Identidad y Democracia (ID), en quinto lugar con 57 escaños. Este último es el grupo en el que se sientan Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, que ha logrado arrasar en los comicios en Francia, el PVV holandés de Geert Wilders que aunque ha sido segundo ha logrado mutiplicar sus escaños por siete, y el FPÖ austriaco, primera fuerza en Austria por primera vez.

Por detrás de ID, se sitúan los Verdes, que sufren un importante correctivo y caen a los 53 escaños (de los 72 actuales) y la Izquierda europea que pierde ligeramente y se sitúa con 35 escaños, dos menos de los que tiene en un hemiciclo que ha contado con 705 y que pasará a 720 en la décima legislatura. La proyección mantiene no obstante grandes incógnitas. La primera el futuro de los 98 escaños repartidos entre los no inscritos y la bolsa de otros y que podrían fortalecer a ID o ECR si terminan integrando alguno de estos dos grupos. Es el caso de los 16 que habría logrado la ultraderecha alemana de Alternativa para Alemania (AfD) o los11 del Fisdez de Viktor Orbán, que abandonó´el PPE antes de ser expulsado y que en los últimos meses ha mostrado interés por unirse a ECR.

La fortaleza de los grupos más radicales de la derecha augura, en cualquier caso, una legislatura muy complicada, particularmente para políticas como la medioambiental, la inmigración o la ayuda a Ucrania, aunque la gran coalición que han formado populares, socialdemócratas y liberales estos últimos cinco años lograría sumar 409 escaños. Esto significa que estarían en disposición de reeditar un pacto de legislatura cuyo primer examen será –si los líderes de la UE la designan en el Consejo Europeo del 27 y 28 de junio– la votación de la presidenta de la Comisión Europea, que tiene a la conservadora alemana, Ursula von der Leyen, como la gran favorita.

En una cámara en la que no impera la disciplina de voto el margen de maniobra podría, sin embargo, no será suficiente, sobre todo teniendo en cuenta que algunas delegaciones –como los socialistas o los populares franceses– ya han anunciado su intención de no apoyar a la alemana.