La izquierda puede lograr una veintena de concellos donde el PP fue el más votado

Los populares tienen asegurados 135 regidores, 56 el PSOE y 17 el BNG, pero hay un centenar de municipios sin mayorías absolutas en que la alcaldía depende de los pactos

X. A. Taboada

X. A. Taboada

Los resultados del domingo dieron al PP como claro ganador en Galicia y eso le permitirá, como mínimo, asumir el mando en los 135 concellos en los que ha obtenido mayoría absoluta. Lo mismo hará el PSOE en otros 56 por la misma razón, el BNG con sus 17 y otros partidos con 7. Pero aunque los gallegos hablaron en las urnas sobre sus opciones políticas, esto no significa que sus preferencias se trasladen de forma directa al nuevo mapa electoral.

El dibujo final lo harán los propios partidos con sus pactos, alianzas, apoyos puntuales y vetos, maniobras en las que tiene cabida toda clase de conjeturas en el escenario de la política local. En un tercio de los concellos (98) no hay mayorías absolutas, por lo que el nombre del alcalde es una incógnita a estas alturas y en una veintena de ellos, en los que el PP fue la fuerza más votada, PSOE y BNG estarían en condiciones de arrebatarle el mando a los populares si llegan a acuerdos entre ellos.

Como regla general, socialistas y nacionalistas intentarán cerrar el paso al PP allí donde la candidatura popular no tenga mayoría absoluta. Es lo que vienen haciendo tradicionalmente, aunque luego, los planes diseñados desde las sedes centrales de los partidos se desbaraten en algunos concellos por las posturas irreconciliables entre los dos partidos de izquierdas.

La portavoz nacional del BNG ayer lo volvió a dejar claro, al anunciar que buscará pactos progresistas en todos los ayuntamientos que sea posible. En el PSOE también se sobreentiende esta línea de actuación, aunque ayer nadie del partido en Galicia salió a la escena pública para valorar los resultados ni indicar cuál será su hoja de ruta.

Los socialistas se dejaron por el camino 76.000 votos con respecto a 2019, que como principales consecuencias ha tenido la pérdida de los concellos de Ferrol y de Santiago, además de la diputación de Pontevedra. Si hace cuatro años, con unos excelentes resultados y casi en empate con el PP lograron 109 alcaldías, ahora rondarán las 90, quizás alguna más, sin atreverse a poner una cifra concreta. 56 llegarían de la mano de sus mayorías absolutas (7 en Pontevedra, 14 en A Coruña, 18 en Lugo y 17 en Ourense) y otras 24 donde son el partido más votado.

A estas alcaldías se sumarían, hasta una decena más donde el partido más votado es el PP. Es el caso, por ejemplo, de los concellos de A Coruña, Lugo o Vilagarcía como grandes referentes, pero también otros de menor tamaño como Betanzos, Mugardos, Negreira, Samos o Taboada.

Si le salen las cuentas a los socialistas, hechas con todas las reservas, el PSdeG tendría una veintena menos de alcaldías que el anterior mandato (109), además de dejar también el bastón de mando de la Diputación de Pontevedra.

BNG

El BNG confía en mejorar lo obtenido en 2019, cuando se hizo con 29 alcaldías. Esto significa que se alzaría con los 17 concellos donde tiene mayoría absoluta (3 en Pontevedra, 7 en A Coruña, 6 en Ourense y 1 en Lugo) y los otros llegarían en ayuntamientos donde tiene mayoría relativa (como Bueu o Soutomaior) o en los que un pacto con el PSOE y/o otras fuerzas de izquierda le permitiría arrebatar el mando al PP como candidatura más votada. Es el caso, por ejemplo, de Pontevedra y Santiago, sus dos bastiones urbanos, en los que los populares se erigieron como primera fuerza pero sin el respaldo suficiente para poder elegir al alcalde.

De todas formas, ningún partido se atreve a cerrar con números concretos cómo será el nuevo mapa municipal. El PP solo da por seguro, a estas alturas, las alcaldías de sus 135 mayorías absolutas: 23 en Pontevedra, 30 en A Coruña, 31 en Lugo y 51 en Ourense. En las elecciones de 2019, los populares obtuvieron 131 absolutas y ahora aunque solo son cuatro más, cosecharon un notable incremento de votos en ciudades como Lugo, A Coruña, Pontevedra o Santiago que los dejaron a las puertas de las alcaldías. Eso sí, consiguen el bastón de mando en Ferrol y en la Diputación de Pontevedra, un resultado que se antoja un poco pobre para un partido que logró sumar 50.000 papeletas más y aumentar su apoyo electoral de un 33,4% al 38,45%.

En todo caso, es muy posible que los populares sumen nuevas alcaldías merced a pactos con candidaturas independientes o de centro, dado que con la izquierda es improbable, o simplemente que le dejen gobernar por ser la lista más votada. En este escenario, el PPdeG podría sumar hasta 26 concellos si toda va bien para el partido de Alfonso Rueda. No obstante, es una cifra muy alejada de los 191 municipios en los que la formación conservadora fue la más votada. En el mandato saliente acabó con 153 alcaldías en su poder.

En 215 ayuntamientos no habrá problema para escoger al alcalde, pues son en los que se han registrado mayorías absolutas, pero resulta que en un tercio de los 313 concellos, 98 concretamente, ningún partido lo ha conseguido, por lo que la designación del primer regidor depende de los pactos, apoyos o simplemente de que se deje gobernar a la lista más votada. El caso más singular es el de Ourense, donde no funciona la misma estrategia que en las otras ciudades por la oposición de PP y PSOE a que repita como alcalde Gonzalo Pérez Jácome.

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