La Semana Santa acelera el precio de los carburantes, en máximos desde octubre

Gasolina y diésel se han encarecido entre un 6,3% y un 3,8% en solo mes y medio | Llenar el depósito costará hasta 10 céntimos más por litro que al comienzo del año

Varios coches llenando sus depósitos este viernes en una gasolinera de Vigo.

Varios coches llenando sus depósitos este viernes en una gasolinera de Vigo. / MARTA G. BREA

M. Vilaplana

Los miles de desplazamientos que Galicia acoge cada Semana Santa son ya algo habitual. El frenesí por aprovechar el puente que brinda esta festividad se contagia entre multitud de hogares que no dudan en abandonar la comunidad, o acudir a ella para visitarla, y esto se traduce en decenas, cientos o miles de kilómetros de carretera, especialmente cuando las conexiones de los trenes y aviones no ponen las cosas fáciles o sus billetes se resisten al bolsillo del viajero. Este 2024 no se espera que sea diferente, e igual de común que otros años lo es ya la subida del precio de los combustibles más consumidos por los conductores. Tanto la gasolina 95 como el gasóleo A exhiben en los letreros de las estaciones de servicio gallegas sus mayores registros de los últimos seis y cinco meses. Alcanzan de media, según los datos consultados por FARO que estos tres últimos días ha actualizado el Ministerio de Transición Ecológica, los 1,63 euros/litro y los 1,56 euros/litro, sus valores más elevados desde octubre (1,69) y noviembre (1,59) de 2023.

Ambas cifras suponen los récords de este ejercicio, evidentemente, pero lo más relevante es que la gasolina y el diésel se han encarecido entre un 6,3% y un 3,8% en solo mes y medio. En comparación a enero (cuando estaban en 1,53 euros/litro y 1,5 euros/litro), llenar el depósito cuesta ya hasta 10 céntimos más por litro; cinco euros más si está completamente vacío. Los aumentos del precio de la gasolina se dan en todas las provincias, oscilando entre los 1,62 euros/litro de Pontevedra y los 1,63 euros/litro de A Coruña, Lugo y Ourense. En el caso del diésel es en A Coruña donde está más barato (1,54), seguida de Pontevedra (1,55) y Ourense y Lugo (1,57).

A nivel nacional, el incremento de la gasolina ha sido del 5% y en el del gasóleo de un 4%, en una dinámica que también les ha llevado a alcanzar los precios más elevados desde octubre y noviembre de 2023 respectivamente. Y el problema es que la cotización tiene pinta de continuar en niveles elevados en las próximas semanas, si se tiene en cuenta que el petróleo también se encuentra inmerso en una línea al alza.

Fue en septiembre cuando los precios de los carburantes marcaron los máximos del año pasado, con la gasolina 95 cotizando a 1,76 euros y el gasóleo a 1,67. A partir de ahí iniciaron una tendencia descendente hasta el final del ejercicio, cuando en diciembre quedaron situados en 1,56 y 1,49 euros respectivamente. El arranque de 2024, sin embargo, rompió por completo esta tendencia, toda vez que fue venir enero e iniciarse un incremento progresivo de los precios que se ha mantenido hasta la actualidad.

Perspectivas a corto plazo

¿Y qué es lo que podría ocurrir a lo largo de las próximas semanas? La realidad es que la cosa no pinta bien, si se tiene en cuenta que este pasado miércoles el barril de petróleo volvió a subir hasta los 85 dólares, su precio más alto desde noviembre del año pasado, después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) anticipase lo que ha definido como un “ligero déficit” en el mercado tras haber revisado al alza su previsión de consumo mundial. El organismo, en concreto, estima que el aumento en el consumo de crudo será de 110.000 barriles diarios, hasta los 1,3 millones, revisión esta basada, entre otros factores, en la mayor demanda de combustible marítimo por el alargamiento de las rutas marítimas alrededor del Cabo de Buena Esperanza como consecuencia de las interrupciones comerciales por los ataques a navíos en el mar Rojo.

Así que, en este contexto, lo normal es que la cotización de los carburantes se mantenga alta, al menos, a corto plazo. Así lo pronostica fuentes del sector, señalando que “de cara a la Semana Santa se va a mantener esta situación, que esperamos que se reconduzca más adelante, pero es evidente que el encarecimiento del petróleo no es una buena señal”. Y aseguran que, al contrario de lo que se pudiera pensar, a las gasolineras no les beneficia que los precios se muevan en baremos elevados. Según indican desde el sector, “si los precios son altos, la gente coge menos el coche, porque apuesta por recurrir a medios de transporte alternativos, como el autobús o el tren”.