Inpesca suspende su órdago sobre Atunlo y pedirá ayudas si cierra un plan de futuro

Apunta que “en la actualidad” no tiene interés en trasladar la actividad, pero todavía duda de la viabilidad del grupo | La Xunta se compromete a ser mediadora entre los accionistas

Plantilla del grupo Atunlo, en
líneas de producción.   | // CLP

Plantilla del grupo Atunlo, en líneas de producción. | // CLP / Lara Graña

Lara Graña

Lara Graña

Atunes y Lomos (Atunlo), la mayor comercializadora de atún de España, no abandona su actividad en Galicia ni traslada la sede a País Vasco. Al menos, de momento. Es el compromiso adquirido este jueves por la dirección de Compañía Internacional de Pesca y Derivados (Inpesca), representada por Jon Ander Etxebarría, con las consellerías de Industria y Mar de la Xunta, además de con el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). En un comunicado conjunto, la armadora y el Ejecutivo gallego han querido trasladar un mensaje “tranquilidad” a la plantilla de la comunidad después de que el grupo hubiese coqueteado con la liquidación esta misma semana por el irreversible cisma entre sus accionistas. Inpesca posee el 40% del capital social, por el 40% que ostenta la viguesa Comercial Pernas (Coper) y el 20% de la armadora panameña Marpesca. “Desde la dirección general de Inpesca, para la tranquilidad de la plantilla de Galicia, quieren aclarar que en la actualidad no tienen interés alguno en trasladar la actividad productiva, ni la sede social fuera de Galicia”, versa la nota.

Incide además la sociedad, inmersa asimismo en graves problemas internos entre socios, en que “son los máximos interesados en que el proceso de reestructuración que se está llevando a cabo por la dirección de Atunlo verifique la viabilidad futura de la compañía”. En este punto aflora una sonora diferencia entre los accionistas, toda vez tanto Coper como Marpesca dan por hecho que esa equis de la viabilidad está despejada. La dirección gallega de Atunlo, en declaraciones a este periódico, avanzó que la pesquera de Panamá está en disposición de poner capital para equilibrar un balance más que maltrecho. A día de hoy, esa dirección del grupo –que ha de certificar que es posible sellar un proyecto ejecutable y rentable– es bicéfala: por una parte está el consejero delegado, José Pernas; por otro, y con plenos poderes, chief restructuring officer (CRO, máximo responsable de la reestructuración). Este último fue designado por Inpesca.

Si en los tres meses de prórroga que ha logrado Atunlo para su preconcurso –que había impugnado, por cierto, la propia armadora vasca– forja un plan de reestructuración que concite el respaldo de la mayoría de acreedores, Etxebarría ha avanzado que tomará el guante lanzado por la Xunta “para la solicitud de vías de apoyo económico y financiamiento a través de Igape y de Xesgalicia”. No está cuantificada esa eventual cuantía ni si requerirá la entrada del vehículo de capital riesgo en su accionariado. Por lo pronto, María Jesús Lorenzana (conselleira de Economía), Antonio Basanta (director xeral de Pesca) y Covandonga Toca (directora del Igape) fueron capaces de arrancar a la atunera un compromiso de continuidad, aunque a cortísimo plazo.

“Ambas partes coinciden en el carácter estratégico de esta empresa dentro de la cadena mar-industria en Galicia, y entienden que debe de ser prioridad también para la dirección de Atunlo el mantenimiento de la actividad y de los puestos de trabajo vinculados a la fábrica de Cambados”, prosigue el comunicado conjunto. El Ejecutivo gallego se ha comprometido, también, a tratar de mediar entre todas las partes, un reto titánico habida cuenta de las duras acusaciones cruzadas.

La venta

Inpesca ha utilizado la misma nota oficial para negar que esté en proceso de venta, como avanzó FARO en fuentes directas de las negociaciones. Un desmentido que choca con el cuaderno de venta encargado a la consultora PKF-Attest después de haber tomado la decisión de sondear el mercado en octubre de 2022. Ese proyecto de desinversión, pilotado por una parte del accionariado de Inpesca, chocó con la altísima deuda contraída por Atunlo por la compra de materia prima a la armadora, y que fuentes del proceso sitúan por encima de los 50 millones de euros. Sin contar con el equity (capital) y los avales para líneas de financiación con la banca. La capitalización de ese pasivo daría a Inpesca el control único sobre el grupo; el sector, y fuera de los muros de Pernas o Marpesca, también ha sido conocedor de estos planes.

De forma inmediata, Atunlo ha logrado liberar los fondos para pagar el ERE de más de 120 personas de su factoría de O Grove, especializada en lomos de atún precocido, y que ahora se limitará a trabajos de logística y de aceite de pescado. Aunque el jefe del equipo de reestructuración sí validó este desembolso, no hizo lo propio con el ERE de la planta de Cantabria. “No se ha podido obtener la liquidez necesaria para el pago de las indemnizaciones pactadas según acuerdo de fecha 17 de enero de 2024, ni hay previsión de resolver dicha situación a corto plazo”, ha expuesto Atunlo a los sindicatos por escrito. La consecuencia: concurso liquidación para la filial de Santoña.

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