CIG y ASCA reclaman alzas salariales y cargan contra la jornadas laborales en Abanca

Cifran en el 90% el seguimiento ayer de la huelga que la entidad reduce a alrededor del 10%

Manifestación de trabajadores de Abanca ayer, en el centro de A Coruña.

Manifestación de trabajadores de Abanca ayer, en el centro de A Coruña. / CARLOS PARDELLAS

Redacción

Más de un millar de personas se manifestaron este jueves en las calles de A Coruña para reclamar mejoras laborales en Abanca. La jornada de huelga, según la CIG, uno de los dos sindicatos convocantes, tuvo un seguimiento “masivo”, que cifran en el 90%, mientras que la principal entidad financiera de Galicia reduce la participación a “a alrededor del 10%, por debajo incluso del porcentaje de representación” de ambas centrales en el comité de empresa. “No hubo incidencias significativas en la parte de actividad”, dicen fuentes de Abanca respecto a la atención física a la clientela, “ni tampoco en online, tarjetas o cajeros”.

La protesta convocada por los sindicatos CIG y ASCA busca reclamar medidas con las que compensar la “brutal pérdida de poder adquisitivo desde 2010”, según explicaron los representantes de los trabajadores, así como la apertura de una negociación para cuestiones como la reducción de los horarios laborales o la conciliación familiar. María Mosquera, secretaria de Alternativa Sindical de Cajas de Ahorro (ASCA) reconoció que el objetivo de la movilización es lograr que Abanca “se siente a negociar” para “intentar recuperar lo que hemos perdido durante años ya que llevan publicando beneficios estratosféricos cuando hemos perdido un poder adquisitivo del 25%”. “Eso unido al mal clima laboral, la presión excesiva por objetivos, la poca conciliación y el peor horario que hay en el sector son razones que nos hacen pedir que nos sentemos para arreglar esto”, explicó.

Clodomiro Montero, secretario sindical de la CIG en Abanca, apuntó que desde el año 2010 el banco ha puesto en marcha “expedientes de regulación de empleo uno tras otro”. “No solo se despidió personal, sino que también se recortaron condiciones laborales y se ampliaron horarios”, criticó. “La empresa tiene unos beneficios históricos, pero nosotros vemos como estos recortes que se nos impusieron no quieren revertirlos”, censuró. Respecto a la negociación del convenio de las antiguas cajas de ahorro, “lo único que nos afecta son los recortes de salarios, lo demás no”, aseguró.

Abanca asegura que la puerta al diálogo “está abierta permanentemente”. La entidad no quiso entrar a valorar las reivindicaciones laborales, pero insiste en que CIG y ASCA son “minoritarios” en la representación –de hecho, tanto UGT como CC OO arremetieron con dureza contra la convocatoria– y la huelga se produce “en un contexto de negociación sectorial” en el “que ningún otro banco tiene un conflicto así”.