Ámsterdam inyecta 30 millones en su naval para ganar capacidad

Otros 30 millones serán aportados por el sector dentro de un plan para contrarrestar el empuje asiático | El Perte español, en espera

Popa de un megayate en construcción en Royal Huisman. |   // RH

Popa de un megayate en construcción en Royal Huisman. | // RH / L. Graña

Lara Graña

Lara Graña

La industria mundial de construcción naval lleva lustros escorada al este. A China y Corea, singularmente, gracias a una política de intensos subsidios públicos y bajos costes de producción. La capacidad asiática de producir buques en serie ya arrebató a Europa segmentos como los de portacontenedores o gaseros, y Pekín se ha embarcado ahora también en un negocio vital para los astilleros de Italia o Alemania: los cruceros. Ante la falta de acciones proactivas de la Comisión Europea, distintos gobiernos –de Países Bajos, Francia o Alemania– pusieron en marcha en los últimos meses planes para blindar sus industrias de construcción naval, debilitadas por el COVID y la competencia china. Desde Ámsterdam ahora, mismo punto de donde salió la demanda contra España contra el viejo tax lease, surge ahora otra iniciativa más con un objetivo claro: reforzar las empresas a nivel productivo para aspirar a contratos que a día de hoy huyen siempre a Shanghái o Wuhú.

“Países Bajos no tiene una capacidad competitiva y suficiente para la construcción de buques de guerra o barcos de trabajo especializados”, destaca, por ejemplo, el informe encargado por el Gobierno local. El país no solo se enfrenta al reto energético, sino también al hídrico, porque el aumento del nivel del mar amenaza con ir dejando inoperativos espacios que hoy ocupan diques secos o gradas. De ahí que se vayan a destinar 60 millones de euros –30 serán aportados por el erario público– para la mejora de las capacidades industriales. “Ya no podemos permitirnos las políticas de laissez-faire [no hacer nada] de las últimas décadas”, exhortó Marja van Bijsterveldt, designada como responsable de la política industrial marítima del Ministerio de Economía. “En tan solo unas pocas décadas hemos perdido una gran parte de nuestra cuota de mercado mundial de buques de transporte hacia Asia. Países Bajos depende de los barcos”, abundó.

Este plan de acción, anunciado a finales de octubre, es una pata más de un proyecto de enorme envergadura y bautizado como “Plan maestro para un sector marítimo libre de emisiones” (Masterplan voor een emissieloze maritieme sector). En alianza con las organizaciones Maritime by Holland y Nederland Maritiem Land, el país quiere movilizar 1.000 millones de euros para “convertirse en un líder mundial en el campo de la construcción naval y el transporte marítimo sostenibles”. Una cuarta parte prevén sufragarlo con fondos europeos.

En España, en paralelo a este paso al frente de Países Bajos, el sector continúa esperando por la asignación definitiva del Perte para la modernización y diversificación del ecosistema naval español (Perte Naval), todavía adjudicado de forma provisional y del que quedaron sin repartir la mayor parte de los fondos disponibles.

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