El BCE sube el 0,5% previsto en los tipos y se abre a inyectar liquidez a los bancos

Lagarde defiende la “resiliencia” del sector a pesar de la tormenta financiera e insiste en frenar la inflación | El organismo y su presidenta omiten las referencias a nuevas alzas

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ayer, tras la cumbre del organismo.

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: Alex Kraus

P. Allendesalazar

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) optó ayer por subir los tipos de interés en otros 0,5 puntos porcentuales, con lo que el tipo principal se sitúa al 3,5% (máximo desde noviembre de 2008, albores de la anterior crisis), mientras que la facilidad de depósito –el interés con que remunera el dinero que guarda a los bancos, el más relevante en el actual contexto– se eleva al 3%. La autoridad monetaria sigue adelante con el alza que anunció hace seis semanas pese al miedo de los inversores al efecto del encarecimiento del precio del dinero en los bancos tras las crisis de Silicon Valley Bank y Credit Suisse. Eso sí, su presidenta, Christine Lagarde, dejó en el aire si habrá nuevas alzas de tipos –el comunicado del organismo omitió esta vez las referencias a posibles incrementos a la vuelta de la esquina– y prometió liquidez a la banca de la zona euro en caso de necesidad, dos mensajes destinados a tranquilizar el mercado. Una “amplia mayoría” respaldó el paso dado, salvo “tres o cuatro” consejeros, “no porque discreparan sobre los principios –matizó la presidenta–, sino porque querían más tiempo y más datos”.

El banco central del euro defiende su controvertida decisión –esperada, pero criticada anticipadamente por muchos expertos y operadores del mercado– porque “se prevé que la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo”. Aunque reduce su previsión de inflación media para este año del 6,3% al 5,3%, elevó el pronóstico de la subyacente (sin energía y alimentos) del 4,2% al 4,6%. Además, estima que tanto el IPC general (2,9% en 2024 y 2,1% en 2025) como el subyacente (2,5% y 2,2%) seguirán por encima de su objetivo (2% a medio plazo) al final de su horizonte de proyecciones, lo que le empuja a seguir encareciendo el dinero para enfriar aún más la actividad. En cuanto a la economía, espera más crecimiento este año de lo que auguró en diciembre (1% en lugar de 0,5%), pero menos en 2024 y 2025 (1,6% en ambos años, frente al 1,9% y 1,8% anterior).

Al mismo tiempo, el BCE quiso lanzar un mensaje tranquilizador sobre la situación de la banca. El consejo de gobierno hace un “atento seguimiento de las actuales tensiones en los mercados y está preparado para responder como resulte necesario” para mantener la estabilidad de precios y financiera. “El sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas. En todo caso, el BCE cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria”, indicó.

Su máximo órgano de gobierno se reunió en un contexto inimaginable hace apenas algo más de una semana. La caída del estadounidense Silicon Valley Bank provocó en los últimos días unas ondas expansivas en las bolsas que sacudieron al desde hace años maltrecho Credit Suisse helvético e hicieron temblar las cotizaciones de los bancos mundiales. El fantasma de una crisis financiera aumentó la presión a la autoridad monetaria de la zona euro en su lucha contra la espiral inflacionista. La mayoría de los analistas esperaba que el BCE subiera los tipos en 0,5 puntos, pero el mercado confiaba en un alza menor o incluso en que los dejara sin cambios para reducir la presión sobre el sistema financiero.

"Hemos demostrado que podemos ser creativos a corto plazo si hubiera una crisis de liquidez"

“No es posible en este momento determinar cuál será la senda”, respondió Lagarde, cuestionada sobre las posibles nuevas subidas del precio del dinero que hasta hace poco se daban por seguras en esa lucha contra la inflación. El BCE “no renuncia”, remarcó su presidenta, al reiterado compromiso con la estabilidad de precios y a la apuesta “intacta” por reconducirlos al 2% porque “tenemos las herramientas necesarias”. “Hemos demostrado que podemos ser creativos a corto plazo si hubiera una crisis de liquidez”, apuntó Lagarde, que insistentemente subrayó el “muy resiliente” sistema bancario europeo –“En una posición mucho más robusta que en 2008”– y la “sólida” supervisión.

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