Prestaciones

Los pensionistas gallegos, cada vez más empobrecidos en comparación al resto de España

Lugo y Ourense, dos de las únicas seis provincias que pagaron menos pensiones en 2022

Mayores con un carrito de bebé en el Campo de Marte, localizado en la ciudad de A Coruña.

Mayores con un carrito de bebé en el Campo de Marte, localizado en la ciudad de A Coruña. / VÍCTOR ECHAVE

Los últimos datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones desprenden una sensación cuanto menos agridulce, más si cabe si uno es gallego. El aspecto positivo es que, frente a enero de 2022, las pensiones son este mes un 10% más altas en la autonomía: una cifra porcentualmente mayor que el crecimiento nacional, del 9,8%, pero que a nivel cuantitativo se traduce en un aumento de la brecha que ya existía entre comunidad y país. Si en enero de 2022 la pensión media del sistema, que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), era de 923 euros para Galicia y 1.083 euros para España, arrojando una diferencia mensual de 160 euros, en enero de 2023 es de 1.016 euros para Galicia y 1.189 euros para España, incrementándose dicha desigualdad hasta los 173 euros. En otras palabras, un 8,5% superior. Por si con ello no bastase, cabe resaltar también que la pensión gallega, otro año más, continúa siendo la segunda más baja del todo país. Solo nos salva –calamitosamente– Extremadura... La peor.

La paga media aumentó así, interanualmente, 93 euros para Galicia y 106 euros para España. Pero otra cifra relevante, y en esto también destaca la autonomía, es que el número de pensiones descendió en seis provincias españolas, dos de ellas gallegas y de elevada edad media. En Lugo, la que más, y Ourense, la que menos, dicha cantidad se redujo en un 0,94% y 0,21%, respectivamente, a las 113.849 y 106.694 pensiones. A estas les acompañan Zamora (-0,63%), León (-0,39%), Asturias (-0,35%) y Teruel (-0,25%) como las únicas regiones que han perdido prestaciones.

Teniendo en cuenta que hay 50 provincias y dos ciudades autónomas, la situación es cuanto menos excepcional y da fe de un estado de envejecimiento avanzado en estos territorios: un envejecimiento extremo que ya les lleva a perder más pensionistas de los que ganan. Y así puede extraerse del propio Instituto Nacional de Estadística (INE), concretamente de sus últimas cifras vinculadas a la edad media de la población. Zamora (51,3 años), así como Ourense (51,2 años), Lugo (con 50,4), León (49,6 años) y Asturias (con 49,1) son las regiones más longevas. Teruel es la excepción que confirma la regla (46,7 años) y no por mucho.

Pese a la caída de pensiones en Lugo y Ourense, su número aumentó ligeramente en Galicia. En este sentido, la comunidad registró en enero de 2023 más de 770.000 pensiones, un 0,11% más que el año anterior. De ellas, unas 484.100 son pensiones de jubilación, con 1.161 euros de media, de entre las cuales casi 190.700 se corresponden con la provincia de A Coruña, con una pensión media de 1.224 euros; seguida de las más de 154.900 de Pontevedra, con una media de 1.221 euros; Lugo, con 71.700 pensiones de 1.037 euros de media; y Ourense, con 66.850 pensiones de jubilación de 972 euros de media.

En relación a las prestaciones vinculadas a la viudedad, Galicia tiene más de 184.000 pensiones con una media de 717 euros, mientras otras 71.500 son por incapacidad permanente y tienen una cuantía media de 1.019 euros. Respecto a las de orfandad, se paga de media 472 euros a 23.200 personas; y a 6.800 personas, unos 616 euros a favor de familiares.

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Conforme destacan desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la Seguridad Social destinó en el presente mes de enero la cifra récord de 11.902 millones de euros al pago de pensiones contributivas, un 10,7% más que en igual mes de 2022, tras su revalorización en un 8,5% para este año.

El gasto ha crecido en casi 1.000 millones de euros respecto a la nómina del pasado mes de diciembre y supera por primera vez en la historia los 11.000 millones de euros. Ello se debe a que, en aplicación de la reforma de pensiones, han subido para 2023 un 8,5%, como resultado de la inflación media del periodo diciembre de 2021-noviembre de 2022.

El departamento que dirige José Luis Escrivá estima que el gasto en pensiones se situó en el 11,7% del PIB en los últimos doce meses, porcentaje inferior al de 2020 (12,4% del PIB), año condicionado por el impacto de la pandemia sobre el PIB, y también más bajo que el de 2021 (12,1% del PIB).

De los 11.902 millones de euros que se dedicaron en enero al abono de las pensiones contributivas, casi tres cuartas partes (el 72,7%) se destinaron al pago de las pensiones de jubilación, que sumaron un importe de 8.649 millones de euros, un 11,5% más que en enero del año pasado.