Los alimentos se disparan en Galicia un 16% y suman trece años de encarecimiento

El coste del azúcar aumentó un 63% en 2022, un 38% los huevos y más del 34% el aceite y la leche | Las medidas en energía aflojan la inflación general hasta el 6,4%

Una pescadera atiende a una clienta en el mercado vigués del Calvario.

Una pescadera atiende a una clienta en el mercado vigués del Calvario. / Marta G. Brea

Julio Pérez

Julio Pérez

El paquete de medidas contra la inflación impulsado por el Gobierno en el arranque del nuevo año mantiene todas las rebajas fiscales en la electricidad, reconduce la bonificación general del combustible para centrarla en los colectivos más intensivos en consumo por su actividad profesional e introduce como gran novedad y aligera el IVA de la cesta de la compra.

La alimentación es, sin duda, la principal preocupación ya de la mayoría de hogares porque, efectivamente, su evolución da vértigo. El Índice de Precios al Consumo (IPC) acabó el pasado 2022 con una variación anual del 6,4%, un punto menos que en noviembre y la menor tasa en trece meses, según los datos publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) y su homólogo estatal, el INE. La tregua en el recibo de la luz y en los carburantes de automoción permitieron aflojar el impacto del creciente coste de la vida, a excepción de los alimentos, que baten récord histórico de alza: 16,2%. Van ya trece años consecutivos así. Es más, en toda la serie estadística del IPC que se remonta a 1979, la alimentación y las bebidas no alcohólicas únicamente se abarataron en la comunidad en 2009, cuando su precio disminuyó el 2%.

En esta nueva escalada, el azúcar sigue siendo el alimento más inflacionista en Galicia. Su precio rebotó un 63,4%, coincidiendo con la elevada cotización de la materia prima en los mercados internacionales y el repunte de los dos últimos meses del pasado año por los posibles efectos de las condiciones meteorológicas adversas en las cosechas de la India, el segundo mayor productor del mundo, y los retrasos en la molienda de caña en Australia y Tailandia, como cuenta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). La presión por los también altísimos costes de los cereales empuja el precio de los huevos (38,3%), los aceites (34,8%), la leche (34,5%) y los derivados lácteos (26,8%).

Las patatas se encarecieron un 22% en Galicia el pasado año; por encima del 20% igualmente los cereales; un 19% los preparados de legumbres y hortalizas; y un 17,7% los platos precocinados. Entre las carnes, destaca la subida de la ternera (15,7%), mientras que el pollo aumentó su valor en las tiendas un 12,1% y un 8% el cerdo. El alza de las frutas frescas roza el 8%; el precio de los crustáceos, moluscos y conservas se incrementó el 12%; y el del pescado alcanza el 6,7%.

Como ya ocurrió en noviembre, la inflación general se sitúa por debajo de la subyacente, que recoge el comportamiento de los precios sin los alimentos no elaborados y los productos energéticos: 7,8%. De hecho, los alimentos y bebidas con algún proceso de elaboración detrás son responsables de casi la mitad de la inflación al final de 2022, a la espera de ver cómo influye la reducción del IVA desde el 1 de enero.

Es más que probable que el fin del descuento de los 20 céntimos en cada litro de diésel y gasolina repercuta en los precios de los carburantes cuando acabe enero. La subida anual de diciembre fue del 7%. La electricidad y el gas, en cambio, se abarataron en Galicia más del 10% y un 10,5% los servicios de transporte por los bonos gratuitos del tren y el autobús. ¿Hay algún otro producto con caídas sustanciales entre tanta inflación? Sí, la tecnología –6% menos en equipos de telefonía y 1,5% en audiovisuales– y la educación infantil. El textil mantiene su estrategia de subidas contenidas: 1,8% en vestido y calzado. Los hoteles y restaurantes sí están claramente repercutiendo buena parte de sus costes en el cliente. Sus precios se elevaron un 9,2% en Galicia.

El IGE estima que la variación anual del IPC este mes de enero sume cuatro décimas, hasta el 6,8%, mientras que la inflación subyacente se mantendrá prácticamente igual, en el 7,8%. 

Díaz apuesta por "hacer más"

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, vincula una parte del repunte de la inflación subyacente, la que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, que cerró 2022 en el 7%, se explica “por los beneficios de las empresas”. “Con los datos del IPC, y en algunos sectores, como en la alimentación, está claro que, homologando a un gallego como yo, (el líder del PP) Alberto Núñez Feijóo, hay alguien aquí que se está forrando. No era quien decía Feijóo, pero algo hay que hacer aquí“, aseguró en las Jornadas Confederales de UGT.

Para Díaz, el hecho de que el precio de los alimentos se haya disparado casi un 16% hace “imposible” que una familia pueda hacer la cesta de la compra, por lo que ha defendido la necesidad de seguir trabajando desde el Gobierno y “dar un paso más” para ayudar a las familias. “Con rentas salariales de 1.200 euros no se puede realizar la cesta de la compra de nuestro país. Vamos a ver lo que pasa en enero, pero un IPC de alimentos del 16% es imposible para una familia española. Tenemos que seguir trabajando desde el Gobierno”, ha señalado la ministra.

Díaz insistió en que “allí donde actúa” el Ejecutivo se ha conseguido bajar los precios, como en la energía, a pesar de se decía “que no se podía hacer”, al tiempo que ha subrayado que no se puede seguir admitiendo que las empresas “sigan engrosando sus beneficios a costa de los salarios y del esfuerzo de los trabajadores”.

Funcas rebaja su previsión

La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) recortó ayer su previsión para la tasa media anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) de este año desde el 4,4% hasta el 3,8%, aunque ha elevado sus estimaciones para la inflación subyacente del 4,2% al 5,6%.

Debido a que a lo largo del año van a actuar efectos escalón en diferentes sentidos –favorable en los meses centrales del año y desfavorable en los meses finales– la tasa interanual prevista por Funcas para diciembre es superior a la media anual, un 5,4%. Los grupos más volátiles, energía y alimentos no elaborados, han reducido su tasa de inflación, especialmente el primero.

el coste de la vida

  • 1. La inflación subyacente

    A diferencia de la general, deja fuera los alimentos sin elaboración y los productos energéticos. En diciembre escaló al 7,8%.

  • 2. Tregua de la energía

    El precio de la electricidad y el gas cayó más del 10% en Galicia al cierre de 2022.

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