EiDF presentó la actualización al alza de su plan de negocio el 30 de junio de 2022 y dos meses después cumplió ya el nuevo objetivo marcado. La crisis de precios y el furor por el ahorro energético permiten al líder español del autoconsumo solar recoger por fin los frutos de muchos, muchísimos años predicando en el desierto de la eficiencia. Cerró el tercer trimestre del año con una cifra de negocio de 315,54 millones de euros, un 932,86% por encima de la facturación del mismo periodo de 2021 y un 40,7% más que las previsiones de la propia compañía, que logró un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 46,9 millones de euros, casi siete veces más que hace un año.
“Los resultados alcanzados denotan un crecimiento futuro asegurado y un perfil de negocio sólido, lo que ha permitido iniciar los trámites y los trabajos internos para incorporar las acciones de EiDF al Mercado continuo”, apunta la compañía liderada por Fernando Romero. Nunca antes la empresa tuvo tantos encargos en autoconsumo industrial y comercial. Las ventas de esta pata del negocio rozaron los 70 millones e euros con 136,99 megavatios (MW) desarrollados. En cartera hay 305 obras con contratos con pymes y grandes empresas. EiDF exprime el modelo de PPA’s (acuerdo de compra de energía en sus siglas en inglés) para la ejecución de los proyectos: 89 MW.
La construcción de sus propios parques fotovoltaicos suministrar electricidad a la clientela aportó 50 millones de euros a la cifra de negocio. La potencia instalada alcanzará este ejercicio los 152 MW, el pipeline global asciende a 2.600 y la compañía prevé que siga creciendo “con la adquisición de nuevos proyectos que le permitan ampliar su cartera en los próximos años”.
Tras la compra de ODF Energía y el 51% de Nagini, el grupo gallego dio un paso de gigante en la división de comercialización de energía, que facturó cerca de 195 millones de euros. Tiene más de 35.000 clientes entre pymes y administraciones.
