Hijos de Rivera, fabricante de las cervezas Estrella Galicia, celebró el pasado viernes en Montevideo los veinte años de su presencia en Uruguay, donde sus productos son distribuidos por la empresa Pontyn. Daniel Rama, director de la compañía, destaca que su padre, Jesús, un emigrante procedente de Carballo, apostó en su día por llevar a Uruguay las conservas de Calvo. La relación posterior con la familia Rivera hizo posible la llegada de sus cervezas. Para Rama, el proyecto de puesta en marcha en Brasil de una fábrica de la firma coruñesa será muy beneficioso para la distribución de sus productos en toda Latinoamérica.

Distribuidores e importadores de toda Latinoamérica, en Montevideo. | // FDV

–¿Qué supone haber alcanzado las dos décadas distribuyendo Estrella Galicia en Uruguay?

–Es un hecho relevante para nosotros ser los primeros importadores que trajeron la cerveza Estrella Galicia a Latinoamérica y, sobre todo, perdurar en el tiempo y llegar a cumplir los veinte años.

–¿Se venden muchas cervezas españolas y europeas en su país?

–Con la apertura que tiene hoy Uruguay a los productos externos, es habitual que haya cervezas de otros países, pero no fue normal que trajéramos por primera vez una cerveza española. Pontyn es una empresa que se caracteriza por tener muchas marcas de España y, hablando de Galicia, el inicio fue con las Conservas Calvo, de Carballo. Eso está motivado porque el fundador de Pontyn, mi padre, es natural de allí. Emigró con diecinueve años y en 1975 hizo su primera importación de 50 cajas de atún Calvo. Como todos los gallegos, por supuesto, todo lo de su tierra es lo mejor del mundo, ya que tienen mucha nostalgia de sus cosas. Cuando tuve la suerte de recibir a Ignacio Rivera hace más de veinte años, me decía que teníamos que recibir su cerveza aquí porque él es un amante de su producto y nos ha contagiado ese amor por la marca. Yo le decía: “Las cervezas son alemanas o belgas”, pero él me decía que ellos hacen una cerveza artesanal que viene de su bisabuelo, que en 1906 fundó la compañía. La relación primero comenzó con la amistad y luego se convirtió en un negocio, pero cuidándolo mucho y respetando la historia y los valores. La familia Rivera y la nuestra tiene cosas muy parecidas en cuanto a cómo hacemos las cosas, ya que amamos lo que hacemos. Nuestros bisabuelos fueron también emigrantes y hay tantas cosas parecidas en las dos familias que todo fluye mucho más fácil, no hace falta explicar mucho para que nos entendamos, vivimos la misma pasión por lo que hacemos.

–¿Cómo se produjo la penetración de la marca en Uruguay?

–El mercado uruguayo está dominado por uno de los grandes grupos mundiales que adquirió las marcas nacionales, por lo que el inicio fue muy difícil, ya que los aranceles y los impuestos a los alcoholes son mucho más pesados cuando los productos vienen de afuera que cuando son de producción nacional. La gran expansión y el gran trabajo que se desarrolló acá empezaron a facilitar las cosas en los últimos cinco años, hasta el punto de que casi no puedo creerlo. Fue más la convicción de la gente de Estrella Galicia de lo que se iba a lograr que una creencia propia y cada vez estamos convenciendo más a los uruguayos de la calidad de Estrella Galicia. Es una cosa clara: el que la prueba la vuelve a consumir. Y si bien hay diferencias competitivas –como la parte logística, que se ha complicado mucho en los últimos años–, se están consiguiendo números que van mucho más allá de lo que yo pude imaginar, y con un crecimiento sostenido. La presencia en Fórmula 1, Moto GP y series como “La casa de papel” fueron de gran ayuda para motivar el consumo en Uruguay.

–Estrella Galicia está en una fase de expansión en España y tiene en proyecto una fábrica en Brasil. ¿Cree que eso va a contribuir a una mayor presencia en Uruguay?

–La expansión que está haciendo Estrella Galicia es brutal y lo de poner un pie con una fábrica por primera vez fuera de la original en A Coruña va a ser bueno para toda Latinoamérica. Primero porque da ventajas a nivel tributario y también a nivel logístico. Sé que todo el equipo de Estrella Galicia ha estado trabajando muy duro para conseguir el agua y el lugar ideal para la fábrica, ya que estoy muy al tanto de todo este proyecto y lo he vivido. He estado yendo a Brasil, viendo el plan y creo que va a ser muy bueno para la marca y toda Latinoamérica.

–Por su experiencia en Uruguay, ¿cree que hay posibilidades para un mayor crecimiento de Estrella Galicia en el continente?

–Yo creo que sí. El camino que está haciendo Estrella Galicia es una escalera que no tiene escalones hacia abajo. Hace veinte años que convivo con ellos y que tengo una relación que va más allá de lo comercial y la verdad es que el equipo que tienen es mágico. Y además tiene virtudes, porque hemos pasado una pandemia y han cuidado a toda su plantilla. Para mí, son diferentes. No son una empresa que solo busque los números. Los números son una consecuencia y no el objetivo que buscan, ya que son el fruto de lo que hacen sin pensar en el objetivo de vender millones de litros.

–La historia de su padre, el fundador de Pontyn, es de superación, debido a la forma en que llegó a Uruguay desde Galicia.

–Bajó del barco en el puerto de Montevideo con el dinero para tres paquetes de tabaco y a partir de ahí, con el esfuerzo que desarrollaron los emigrantes gallegos, formó una familia y una empresa que hoy por hoy está dentro las líderes en el mundo de la alimentación y la bebida en nuestro mercado. Es una historia de sacrificio y muy rica, ya que se podría hacer un libro con las vivencias de mi padre.

Estrella celebra sus 20 años en Uruguay con distribuidores de varios países

Estrella Galicia celebró este viernes el 20 aniversario de su presencia en Uruguay, país segundo consumidor per capita de la cerveza tras España. La cervecera llegó a Sudamérica por primera vez de la mano de la distribuidora Pontyn, propiedad de la familia Rama, emigrantes gallegos que apostaron por el producto y que han posicionado a Estrella Galicia como la cerveza de importación de referencia en Uruguay. El objetivo es cerrar este ejercicio con dos millones de litros vendidos, según explica la cervecera en un comunicado. La celebración de este aniversario en Uruguay ha convocado también a los distribuidores e importadores de Estrella Galicia de países de toda Sudamérica, que asistieron a la primera convención latinoamericana de la compañía en la que evaluaron conjuntamente las expectativas de desarrollo en la zona, en la que espera incrementar sus ventas un 25% en este ejercicio 2022. Acudieron a Montevideo distribuidores de la marca de todos los mercados como Argentina, Bolivia, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile o Brasil, entre otros. Más de 300 personalidades de la sociedad uruguaya asistieron a este gran evento de celebración que tuvo lugar en Kibon, en una fiesta que contó con un maridaje tanto gastronómico como musical entre lo gallego y lo uruguayo.