La escasez mundial de microchips producida a raíz de la pandemia de coronavirus (y la demanda asociada) sigue golpeando al sector de la automoción. Ayer, la dirección de Stellantis Vigo informó a los trabajadores que el Sistema 2, en el que se ensamblan las furgonetas, no podrá trabajar la próxima semana en ninguno de los turnos, mientras que el Sistema 1 parará también el lunes para regresar a la actividad el martes. El nuevo paro conocido ayer coincidió con la puesta de largo en Italia del Mirafiori Heritage Hub, un proyecto del grupo clave para el país trasalpino y en cuya presentación estuvo el CEO Carlos Tavares. El portugués avanzó ante un grupo de periodistas en Turín que la compañía está trabajando en una estrategia para reducir la dependencia de microchips asiáticos, con la idea de tener proveedores “locales” (en Europa y Estados Unidos) en un plazo de “3 o 4 años” . “Estamos trabajando con proveedores Tier 1, 2 y 3 para tener tres plataformas de software en 2024, que completarán las plataformas para el vehículo eléctrico, que serán cuatro [las conocidas como STLA]. Entonces tendremos semiconductores desarrollados directamente con proveedores Tier 2 y 3”, señaló el patrón del grupo.
Tavares compareció para analizar la situación del sector y de la propia firma, especialmente en Italia. Tras reunirse con los líderes sindicales del país (UILM, FIOM y Fim Cisl) y de los máximos mandatarios de Turín y de la región de Piamonte, a los que tranquilizó con sus planes de futuro, el mandatario se comprometió a no cerrar ninguna de las plantas actuales en el país, donde ya se anunciaron importantes inversiones como la gigafactoría de baterías para la ciudad de Térmoli. “Italia es central para nosotros”, señaló.
“Habrá anuncios en Mirafiori, no solo sobre producciones, sino también sobre nuevos negocios de economía circular en esta región. Sé que varios comités de gestión están planificando proyectos con nuestro liderazgo como sucedió en Melfi y Térmoli. Stellantis quiere crear las condiciones para el éxito”, apuntó el luso, según recoge el diario Corriere della Sera.
En este sentido, Tavares avanzó que habrá anuncios “planta por planta” y que el objetivo de Stellantis es “crear las mejores condiciones para llevar a la empresa al mejor nivel de competitividad”. De hecho, mencionó las nuevas plataformas para el vehículo eléctrico, las STLA, por las que pelea Balaídos y otras plantas del grupo. “Cada planta europea pasará de las plataformas actuales a las eléctricas”, comentó Tavares.
En lo que respecta a los problemas globales, el CEO mencionó tanto los problemas con los microchips, con la estrategia anunciada, como los derivados por el conflicto en Ucrania. Sobre este último punto, apuntó que “la planta de Kaluga [Rusia] tendrá que parar sus operaciones porque no tiene componentes”. Allí se fabrican las furgonetas Citroën Jumpy y Peugeot Expert, principalmente para exportación.
