La factoría viguesa de Stellantis vive pendiente de la escasez de los microchips y de otras materias primas que están poniendo en apuros el aprovisionamiento y funcionamiento de la planta. También de las repercusiones de la guerra iniciada por Rusia en Ucrania o de anuncios importantes como la adjudicación oficial de la nueva Fiat Doblò, la que será la quinta silueta de los comerciales ligeros K9. Sin embargo, la dirección de Balaídos está muy pendiente de amarrar cuanto antes el futuro a un mayor largo plazo, que tras el nacimiento del grupo (con la fusión de PSA y FCA) y el avance inexorable de la movilidad eléctrica pasa por asegurarse una de las nuevas plataformas creadas por la multinacional de las 14 marcas. En concreto, Stellantis Vigo opta a hacerse con una de las STLA, nombre en clave otorgado por el fabricante a estas nuevas bases de ingeniería sobre la que se desarrollarán los nuevos modelos eléctricos. Amarrar una supondrá blindar el futuro de la planta hasta 2035, año a partir del cual solo se podrán vender coches eléctricos en Europa, principal mercado de Vigo. Para ello, los fondos del Perte anunciado por el Gobierno se antojan cruciales.
El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, presentó en verano del pasado año la nueva estrategia del fabricante sobre los vehículos eléctricos. En el denominado EV Day, la compañía desveló la que serán las cuatro plataformas sobre las que se desarrollarán todos los nuevos modelos. Denominadas STLA, sustituirán a las ahora implantadas en todas las factorías del grupo y se dividirán en función del tamaño y autonomía de los vehículos, con baterías de entre 37 kWh y más de 200 kWh.
Así, Stellantis tendrá una plataforma pensada para vehículos pequeños, de carácter más urbano, con una autonomía de 500 kilómetros (STLA Small). Junto a ello, tendrá otra para coches algo más grandes, de los segmentos C y D, ya con 700 kilómetros de autonomía (STLA Medium). A partir de ahí, hay dos más que alcanzarían los 800 kilómetros: un para sedanes y coches de lujo (STLA Large) y otra para camiones grandes y vehículos comerciales ligeros (STLA Frame).
Nueva semana de parada de Balaídos, que no será la última
La planta de Stellantis en Vigo no trabajará esta semana por la escasez de componentes tecnológicos (microchips), pero todo apunta que la parada no será la última. Los planes de la dirección es que la plantilla vuelva el próximo lunes, 21 de marzo. Sin embargo, como adelantó FARO el sábado, entre las proveedoras no se descarta que la situación se alargue durante meses, azuzada sobre todo por el incremento de los precios de la energía, que provoca que las empresas incluso estén vendiendo a pérdidas.
Stellantis Vigo trabaja en convencer al grupo para que la fábrica cuente con alguna de estas plataformas, siguiendo los pasos dados en el pasado. El C4 Picasso y o las furgonetas superventas del proyecto K9 se pudieron lanzar en Balaídos precisamente porque antes se logró la primera plataforma modular del grupo, la EMP2 (siglas para Efficient Modular Platform), gracias a la financiación (créditos a tipo cero) del plan de competitividad del automóvil del Gobierno. Y lo mismo sucedió con el otro best seller, el Peugeot 2008, el todocamino que llegó tras conseguir la plataforma modular CMP-eCMP (Common Modular Platform).
Directivos de la multinacional ya trasladaron al Gobierno la importancia de que estas plataformas recaigan se implanten en alguna de las tres fábricas del grupo en suelo español –en el que es el líder en fabricación con la planta de Vigo a la cabeza– para que lleguen los nuevos modelos eléctricos de Stellantis. En la misma pelea que Balaídos está la fábrica de Figueruelas, en Zaragoza.
Para logra el objetivo, el reparto de ayudas del Perte del vehículo eléctrico y conectado es fundamental, tal y como se le trasladó al Ministerio de Industria, lo que además –y pese a las críticas de Tavares al respecto– no excluiría la posibilidad de una planta de baterías, porque con la implantación de este tipo de vehículos estas instalaciones son clave.
Tavares baraja crear una filial para vehículos comerciales e industriales
El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, tiene claro que el segmento de los vehículos comerciales ligeros es un puntal para el grupo y será uno de los principales a la hora de lograr el objetivo de doblar los ingresos para el año 2030. Por este motivo, el portugués no descarta crear una filial única para este tipo de vehículos comerciales e industriales con el objetivo de sacarle el mayor partido posible.
“Crearemos una nueva entidad empresarial dedicada a nuestros clientes profesionales y sus necesidades, y el equipo directivo tendrá más autonomía”, apuntó el patrón de Stellantis, según recoge Automotive News. La idea es que en los próximos meses se desvele más sobre estos planes del fabricante. “Es un negocio importante con un enorme potencial de crecimiento rentable y no quiero que se vea ralentizado por el resto de la compañía si eso llega a suceder”, añadió el mandatario.
Aunque Tavares no concretó exactamente qué formato tendría esta nueva unidad, Stellantis podría seguir modelos como el anunciado por el grupo Mercedes-Benz para sus camiones Daimler Trucks.